Juancarlosnalvarte

 

Autor: Juan Carlos Nalvarte
Editorial: (Independiente), 2015

(RESEÑA) El tercer y más reciente libro de Nalvarte, al parecer, confirma las consignas de los anteriores, pues ya desde su enrevesado y largo título anuncia por sí solo sus intenciones: Las muy célebres aventuras y desventuras del muy singular Alonso, mal llamado El Indignado, revolucionario de pequeña velocidad, doctor emeritísimo de recto razonamiento, espejo de hombres dignos y gran lector de libros para principiantes, con algunas de sus más memorables alocuciones y otras sutiles reflexiones. Un libro que, como nos explica su autor, surge de la necesidad de pronunciarse sobre los relativismos, dogmas y  creencias fútiles que asolan al mundo contemporáneo

Juan Carlos Nalvarte Lozada (Arequipa, 1991) hizo su debut literario con el libro de microrrelatos El hombre de a cero (Cascahuesos, 2011), que  Ricardo Sumalavia calificó como un libro donde “lo cotidiano, la vida que vemos pasar sin más, se torna en un buen silbido, una melodía que de pronto nos impactará, pues la creíamos olvidada”. Si bien se trataba de un libro de corte juvenil y depurado en ciertas partes, muchas de sus historias develaban algunas de las señales que luego se hicieron elementos característicos en la impronta y producción de este joven autor: la preferencia por el humor sarcástico e improvisado antes que la sardónica seriedad de la retórica; la burla y la sátira como herramientas determinantes para la construcción de sus personajes; y, claro, la autodestrucción noble, patética y risueña de sus propios valores y conceptos en pos de la ansiada autocomprensión. Estas características se vieron acentuadas en su segunda publicación,  Síndrome de Nothing Hill, especie de parodia retorcida sobre los estereotipos del amor que Hollywood y las redes sociales inyectan a los jóvenes de hoy en día. Además de esto, el libro traía consigo una curiosa presentación: cada parte del libro estaba construida como si se tratara de una actualización de Facebook: en lugar de las auspiciosas cintillas en la contratapa, el autor-personaje prefería estampar las veces que daba inicio o fin a una relación sentimental, y en lugar de una encorsetada foto de presentación, prefería una actualización con muchos “likes” y comentarios de sus mejores amigos.

El tercer y más reciente libro de Nalvarte, al parecer, confirma las consignas de los anteriores, pues ya desde su enrevesado y largo título anuncia por sí solo sus intenciones: Las muy célebres aventuras y desventuras del muy singular Alonso, mal llamado El Indignado, revolucionario de pequeña velocidad, doctor emeritísimo de recto razonamiento, espejo de hombres dignos y gran lector de libros para principiantes, con algunas de sus más memorables alocuciones y otras sutiles reflexiones. Un libro que, como nos explica su autor, surge de la necesidad de pronunciarse sobre los relativismos, dogmas y  creencias fútiles que asolan al mundo contemporáneo, y que el autor ha sabido encaminar en función a sus lecturas del Siglo de Oro español, la novela picaresca y, en general, gracias a autores satíricos como Evelyn Waugh, posiblemente piedra angular de producción. Un libro-objeto que tienda más hacia la originalidad que a la experimentación pretenciosa, tan recurrente en otros autores igual de jóvenes que él, y que ensalza, como ya dijimos, el chascarrillo y la improvisación antes que la solemnidad. Todo esto, claro, a través de un héroe iconoclasta que prefiere la burla y la exageración antes que las armas.

En una ciudad donde la producción literaria y la diversidad de propuestas editoriales han ido creciendo a pasos agigantados, los libros de Juan Carlos Nalvarte, con su tendencia a la originalidad socarrona y la espontaneidad, vienen a enriquecer esta fauna de libros y autores que, como todos, pugnan por hallar una voz original y un estilo imperecedero.

Entrevista hecha por el reseñista:

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