Por:
Gianfranco Hereña

 

Aitana descubre que su padre le ha dejado una novela como herencia. A partir de ahí se desarrollan dos historias y diría que hasta dos novelas dentro de una. Es bastante ambicioso. ¿Hubo alguna novela previa o un referente que tuviste y detonara esta trama doble?

 

No hubo una novela específica que me llevara a escribir las dos historias. Tenía una idea en la cabeza de lo que quería, pero fue cambiando de acuerdo a la evolución de los personajes. Fue la forma natural en que la historia se fue desarrollando. Como en la vida real, nuestras historias se cruzan, entrelazan y terminan siendo unas parte de otras. Es un concepto que siempre me ha parecido poderoso, el hecho de que tu vida no es solo tuya, sino que es también de las personas que son afectadas por ella y viceversa. Y para efectos de lo que quería contar era vital entender estas dos grandes historias y el impacto que tienen entre ellas.

 

Jaime aparece para suplir la ausencia paterna en la vida de Aitana, su novia. ¿Crees que ante una pérdida las personas buscamos siempre una especie de refugio en quienes consideramos cercanos?

 

Creo que una pérdida tan grande e importante nos cambia radical e inevitablemente, de formas que en el momento no podemos comprender. De pronto ya no somos quienes éramos, vemos las cosas de manera diferente y eso sumado al dolor que sentimos puede ser aterrador. Y puede hacernos sentir solos, perdidos, como si ya no perteneciéramos al mundo de antes. Creo que, en momentos así, es vital rodearnos de familia y amigos. Apoyarnos en ellos. Muchas veces es más fácil cuando encuentras a alguien que ha pasado por algo parecido, porque te sientes comprendido. Esa es mi experiencia personal, no sé si puedo hablar por todos y decir que es algo que pasa siempre. Pero sí creo que es increíble la fuerza y amor que encuentras en la gente cercana a ti cuando te permites ser vulnerable, abrirte al dolor y compartirlo con estas personas especiales.

 

Si bien no se trata de una regla o norma impuesta, el autor novel, en muchos casos, se decide por el relato corto para el inicio de su carrera literaria. En tu caso se trata de una novela, ¿por qué esta apuesta?, ¿a qué retos te enfrentó?

 

Honestamente no fue una decisión consciente. Siempre me ha gustado escribir. La idea de hacer una novela completa no fue necesariamente mi meta al inicio. Tenía este concepto sobre el que había estado escribiendo por un tiempo, sobre todo para mí. Y luego apareció esta historia en torno a este concepto y empecé a escribirla poco a poco. Comenzaron a surgir personajes que evolucionaron y me ayudaron a entender muchas cosas, a nivel personal. De pronto un día tenía más de 200 páginas escritas y varias historias desarrolladas. Lo pensé y me pareció una buena idea compartirla. Más que retos, creo que fueron grandes aprendizajes. Tenía estas historias que no estaban pulidas ni muy bien estructuradas. La idea de ir y venir en el tiempo, por tener estas dos grandes historias situadas en diferentes épocas, fue algo en lo que tuve que trabajar. Fue una gran experiencia al lado de Colmillo Blanco.

 

¿Cuál ha sido tu mayor aprendizaje durante todo el proceso, desde la escritura hasta la publicación?

 

La cantidad de cosas que aprendí durante este proceso ha sido invaluable. Cuando empecé a escribir esta historia, no tenía muy claro hacia dónde iba o si tenía alguna ruta específica. Fue simplemente escribir por la necesidad de comprender ciertas cosas en mi vida, como una especie de terapia. Luego empezó a tener forma y se convirtió en “una novela”. Cuando eso pasó y empezamos el proceso de edición, aprendí muchísimo sobre todo, en temas de técnicas y estructura. Para ese entonces, no tenía estudios en literatura o narrativa y este proceso fue como un curso intensivo, que me encantó y disfruté un montón. He aprendido muchísimo a nivel técnico, sobre edición y en cuanto a la publicación en general, pero creo que lo más importante que aprendí durante todo este proceso es que si quieres hacer algo, hazlo. No dudes ni esperes a que alguien te lo ofrezca o te dé permiso para hacerlo, solo hazlo. Todos somos capaces de crear cosas increíbles, de las que no tenemos ni idea, pero si dudamos o seguimos esperando, el tiempo se pasa y la vida no es para siempre.

 

«Para Aitana» ha tenido una buena acogida por parte de las librerías y los lectores, lo que podría significar un impulso como escritora. ¿Tendremos que esperar un buen tiempo para tu segunda publicación?, ¿qué estás preparando para los lectores en los próximos meses?

 

Espero que  no pase mucho tiempo. Tengo muchas ganas de seguir descubriendo este mundo literario. Estoy escribiendo una segunda novela. Bastante diferente a la primera, pero como siempre tocando temas del día a día. Me gusta zambullirme en temas cotidianos, historias con las que todos podamos relacionarnos y de alguna forma sentirnos identificados. En lo personal, me gustan los personajes ordinarios que hacen cosas extraordinarias, y que logran lo que creían imposible. En esta novela habrá personajes complejos navegando diferentes situaciones. Viviendo sus vidas, divirtiéndose y descubriendo quiénes son en el proceso.

Un comentario para “Pía Arenas: «No dudes ni esperes a que alguien te lo ofrezca o te dé permiso para hacerlo, solo hazlo»

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