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Título: Electra Machina
Autor: Darwin Bedoya
Editorial: Hijos de la lluvia, 2012

Electra machina (Editorial Hijos de la Lluvia, 2012) es el tercer libro de cuentos breves del escritor y poeta moqueguano Darwin Bedoya, quien, en los últimos años, se ha ganado un merecido respeto y admiración no solo por los innumerables premios que ha recibido (entre los más importantes, el Premio Horacio de cuentos y el premio  Copé de Oro de poesía), sino también por la sensibilidad de su pluma y el coraje de su vocación literaria.

Por:

Alex Rivera de los Ríos

Electra machina es un libro gobernado por las mujeres. Las cuatro partes en que está dividido (Bíblicas, Homéricas, Alephicas y En el bosque rojo) son versiones, homenajes e incluso remakes a esta, su gran protagonista, quien a lo largo de sus páginas será analizada literariamente desde distintos ángulos, épocas, raíces y culturas.

El sustento de este libro radica, pienso, en la primera palabra de su título: Electra. Electra es, en la historia y el mito, el símbolo y reivindicación de la venganza femenina, el intento de defender una identidad enquistada en los ovarios, la maquinaria  perpetua de un estado matriarcal. No es una sorpresa entonces que este libro tenga como máxima y suprema figura a la mujer y nada más que a la mujer. La mujer como objeto y fin. También como inicio y punto de tragedia del destino.

“No hay duda de que me fascina descubrirme frente al espejo. Me alivia verme completamente desnuda. Cierro los ojos cuando imagino que a lo largo del día  son tantos los que quisieran tenerme así”, confiesa una Cleopatra insaciable (p. 45). Con esto se descubre una de las intenciones del narrador: rendir homenaje al mito femenino. Sin embargo, sus intenciones se bifurcan a lo largo del libro y, ya sea a través de un narrador omnisciente, de un monólogo interior o un diálogo, degeneran las historias y crea para sí mismo versiones que únicamente responden al comprensible capricho  de su imaginación. De ese modo, el lector no se sorprenderá de leer al final del libro las confesiones de una ninfómana y pervertida Caperucita Roja: “Desde entonces, cada vez que el lobo logra encontrarme me pide tres canastillas con castañas recién cortadas y grosellas rojas como mi caperuza. Y yo, por supuesto, cada vez que lo encuentro le pido pasar la noche en su guarida, y ahí practicamos mi propio juego” (p. 72).  O también a una Madame Bovary que se revela ante la ficción que la ha concebido: “Sin embargo, inesperadamente, apareció por ahí un tal Flaubert, y el tipo, noche a noche me fue cambiando la vida. Desde que supo de mí comenzó a escribir y escribir, algo que él dijo sería una novela o algo así” (p. 60).

En pocas palabras, con este libro Darwin Bedoya quiere demostrar que puede narrar cualquier cosa que la imaginación  y  el deseo le exijan. Con su pluma puede envilecer, endiosar, sacrificar e incluso hacer parodiar a las grandes heroínas y míticas protagonistas de la historia, la literatura, la religión y la fantasía: Virginia Woolf, María Madalena, Sarita Colonia, Helena, Lolita, Caperucita Roja, Blancanieves, etc.

Aunque en mi opinión hay pequeños defectos en cuanto al uso inflado del lenguaje y otros en cuanto a la construcción y técnica de los textos, el libro destaca por su estructura general, por el poder de su precisión, la riqueza de los recursos estilísticos y la constante poesía de las imágenes. Y eso lo hace, de lejos, un libro más que recomendable.

Finalmente, Electra machina reivindica a la mujer como centro de las pasiones y las tragedias del hombre y su destino. Es decir, un medio y un fin en sí mismo de desentrañar una vez más la condición humana.

Sobre el autor:

Darwin Bedoya: Nació en Moquegua, 1974, radica en Juliaca desde temprana edad. Es docente de Lengua y Literatura, ha publicado poemas y cuentos en conocidas revistas de literatura del sur peruano. En su breve trayectoria cuenta con haber logrado algunos méritos como el reconocimiento con la Primera Mención Honrosa en el Concurso Nacional de Poesía “Premio Pucará” Huancayo – 1997 organizado por la revista de literatura Cascadas; segundo lugar en el Concurso Nacional de Poesía premio “Alberto Hidalgo” Arequipa – 1998 organizado por el semanario El Clarín, primer premio (compartido) en el concurso departamental de poesía “Premio Simón Fidel Quispe” Puno – 1998 organizado por la CUBUP – Puno; finalista en el VII Certamen Internacional de Poesía Ciudad de Torrevieja convocado por el Instituto Municipal de Cultura “Joaquín Chapaprieta” de Torrevieja – 2002 España Alicante. Es integrante de la CADELPO filial Juliaca, coeditor de la revista de literatura PEZ DE ORO, editor de la revista de literatura Lágrimas de Cocodrilo, Director de Cuadernos Bimestrales de Poesía “Espantapájaros”. (Original aquí)

 

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