Retorno al perro que me ladra
a la interminable resaca
a la neblina de creer
a mis vecinas
que me llaman me repiten convencidas
esta vez sí es verdad
a la picazón que urge
al impaciente rumor de estas palabras
al barro que le da forma original a nuestros nombres
al desierto que se prolonga
en la insatisfacción de los que con esperanza
se marcharán del Sur
El verano me murmura algo al oído
los perros saben de qué hablo
y mueven la cola
Chifa Felicidá:
Mis hermanas y yo venimos por un plato de comida
revuelta y refrita
como la historia del Perú
La mezcolanza es mi patria
Recalo en delicados cortes
de una silenciosa debilidad que alegremente
engullo
Todos mis huesos y arterioesclerosis
bombean al unísono
la letra de un mal sabor que paladeo
y derrito
Y quien no lo ha probado no lo entiende
y quien no entiende este amor
no sabe de la desazón
de este inmenso plato de arroz que me mira desde su cerro
Felicidá
Esta masa triste y gris de arena
que hace de mi tono de voz
una sustancia demasiado áspera
para el gusto de los muchachos
de nada me ha servido explicarles
que las palabras asfixian
que dentro de mí no hay un hombre
con la manía de verlo todo desde el sentido contrario
Me toca a mí retocar los paisajes
esconder en los pétalos de refinados giros
una voluptuosa
geografía hermosas tierras
cumbres nevadas
y un anuncio de Pepsi
que me quitará la sed
Buses de turistas buscan la ciudad perdida en perdidos sombreros
que los protegerán del sol
o de sí mismos
¿Me protegerán a mí de verlos
podré reptar junto a ellos
su dificultad color safari
buscando comida rápida
para salir rápido del desafío que significa llegara hasta aquí
sin derramar ni una sola gota de sudor?
¿Me tocará a mí
la guía
explicarles
un asterisco más en el mapa?
Les venderé una aventura
Los jubilados me lo agradecerán
Les ofreceré una tragedia
y los más jóvenes me pedirán más sangre
Este país
que disciplinadamente mutilo
y empacho de nubes de polvo
Este país
que me hace hablar de piedras sueltas
que ahora lanzan los que poco a poco van acercándose
con sus carteles a la plaza
Me bastará con explicarles que no se trata
de una enfermedad
sino simplemente de mi voz
aguardentosa
ardiente
[Bismutol]
Cubro los cerros con una sábana blanca
cielo panza de burro
El viento viene de los polos opuestos
los niños juegan a ser enemigos
Corrijo su postura
las formas de las nubes sobre ellos
buscando un paisaje dónde acomodarse
Son 35 alumnos
el futuro del Perú
Son 35 rostros que distingo
clasifico peino
aplico color
les acomodo el birrete en la cabeza
Piensan en colores oscuros
quieren verse elegantes
Les digo piensen en algo más divertido más floral
y empujamos el montón de botellas de coca cola
al confín de la maceta
les obligo a soltarse del cuerpo invisible
que los sujeta del cuello
Todo debe ser natural
como si estuvieran solos
Se los digo robándome el aire que empieza a quedar atrapado en sus manos
algo crecerá entre nosotros que no podremos sentir
algo que la neblina no borra y se hace grasa
¿Cómo les gustaría que los recuerden?
pero son demasiado jóvenes
no saben que el olvido ya se ha instalado aquí
en el confín de la maceta
entre botellas vacías y el plástico
en la raíz
junto a las rosas
2
Bismutol se ahoga
no puede mantenerse por mucho tiempo
concentrado en el lente que le pide que imagine un jardín
desde que puede recordar Lima le quita el aire
le gustaría visitar un jardín de verdad
le gustaría saltar sobre una cuerda sin que le falte el aire
le dijeron que en Japón no hay tiempo para jugar
y se imaginó dibujando un jardín
Le gustaría brillar como lo que se ahoga en su pecho
y le silba en la voz
Después de la sesión fotográfica
él se llevará todo el plástico a la chanchería
y quedarán los geranios
la gruta de la joven virgen rodeada de jarrones
de agua
el rictus ausente de los vendedores de desayuno
el primer sol y los olores
las flores que la joven virgen no mira son rosas
que nadie arranca por respeto por temor
El río de todo lo que no necesita demasiada agua
demasiado afecto para crecer
y ahora adiós Bismutol
sueñas con España
la madre
(del libro inédito, La belleza)
Sobre la autora
Roxana Crisólogo Correa. Poeta y gestora cultural. Vive y trabaja en Helsinki. Publicó los libros: Abajo sobre el cielo, Animal del camino, Ludy D, Trenes y Eisbrecher. En el 2019, Trenes fue reeditado por Libros del Cardo (Chile). Kauneus La belleza, su último poemario, será publicado por la editorial independiente Filodecaballos de México.
Fundadora y actual coordinadora del proyecto de literatura multilingüe Sivuvalo Platform. Actualmente trabaja como coordinadora del Nordic Exchange in Literature, proyecto nórdico de literatura multilingüe. Forma parte del colectivo multidisciplinario Somos La Colectiva. Su trabajo ha sido apoyado por las fundaciones Kone, Finnish Literature Exchange, Arts Promotion Centre Finland, Kari Mattila y Finnish Cultural Foundation.
2 comentarios para “Tres poemas de Roxana Crisólogo”