A continuación te dejamos con tres poemas para leer en el día de la madre.

Poema LXV (de Trilce)

Autor: César Vallejo

Madre, me voy mañana a Santiago,
a mojarme en tu bendición y en tu llanto.
Acomodando estoy mis desengaños y el rosado
de llaga de mis falsos trajines.

Me esperará tu arco de asombro,
las tonsuradas columnas de tus ansias
que se acaban la vida. Me esperará el patio,
el corredor de abajo con sus tondos y repulgos
de fiesta. Me esperará mi sillón ayo,
aquel buen quijarudo trasto de dinástico
cuero, que para no más rezongando a las nalgas
tataranietas, de correa a correhuela.

Estoy cribando mis cariños más puros.
Estoy ejeando ¿no oyes jadear la sonda?
¿no oyes tascar dianas?
estoy plasmando tu fórmula de amor
para todos los huecos de este suelo.
Oh si se dispusieran los tácitos volantes
para todas las cintas más distantes,
para todas las citas más distintas.

Así, muerta inmortal. Así.
Bajo los dobles arcos de tu sangre, por donde
hay que pasar tan de puntillas, que hasta mi padre
para ir por allí,
humildóse hasta menos de la mitad del hombre,
hasta ser el primer pequeño que tuviste.

Así, muerta inmortal.
Entre la columnata de tus huesos
que no puede caer ni a lloros,
y a cuyo lado ni el destino pudo entrometer
ni un solo dedo suyo.

Así, muerta inmortal.
Así.

 

Licencia postnatal

Autora: Becky Urbina

Y tuve que decidir, llegado el momento,
entre quedarme para cambiarte los pañales
o trabajar para poder comprarlos

Conoces bien el desenlace

Escapo a puntillas de nuestra habitación
luego de despojarte dormido de mi pecho

Al traspasar la puerta, oigo de lejos tu llanto
me muerdo los labios / me pellizco las muñecas

Afuera siempre es invierno

Arrastrando mis pasos me incorporo
a la gran máquina económica activa

Soy una tuerca girando al ritmo del eco
de sus zapatos taco cinco recién lustrados

El timbre de la tarde me devuelve a casa
con una bolsa de pañales en la mano

Tu risa tras la puerta quiebra
el metal nuestro de cada día

Otros poemas de la autora en nuestra web aquí: https://elbuenlibrero.com/poesia-desde-el-vientre/

 

Madre

Autor: Carlos Oquendo de Amat (5 metros de poemas) 

Tu nombre viene lento como las músicas humildes
y de tus manos vuelan palomas blancas

Mi recuerdo te viste siempre de blanco
como un recreo de niños que los hombres miran desde aquí distante

Un cielo muere en tus brazos y otro nace en tu ternura

A tu lado el cariño se abre como una flor cuando pienso

Entre ti y el horizonte
mi palabra está primitiva como la lluvia o como los himnos

porque ante ti callan las rosas y la canción

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