losprovincianos

 

Título: Los provincianos
Autor: Daniel Alarcón
Editorial: Solar, 2013

Daniel Alarcón nos sumerge en una atmósfera provinciana para relatarnos un momento crucial en la vida de Nelson y su padre. Ambos viajan hacia el sur buscando poner orden a los papeles y a una casa que ha dejado su abuelo recientemente fallecido. Los dos usarán el viaje como una excusa para conocerse mejor. En un texto corto, Alarcón logra complejidad y fluidez, además de un retrato bastante fuerte de los sueños y anhelos de muchos jóvenes en la actualidad.

 

Por:

Gianfranco Hereña

«Debo dejar algo en claro: lo que importa nunca son las palabras sino la forma en que se dicen. La determinación, el tono. El guión absurdo citado arriba no es más que una aproximación de lo que en realidad ocurrió aquella noche, luego de que mi padre me retara a interpretar a Francisco, o una versión de él, para este público desprevenido».

Daniel Alarcón es un autor que ha visto en los cuentos largos la manera más eficaz para enganchar a su público. Ya en otros relatos como «Ciudad de payasos» había demostrado un muy buen manejo del lenguaje y sus recursos, características que le han dado méritos para convertirse en una de las voces nacionales más destacadas de la actualidad. Hoy, tras culminar la lectura de «Los provincianos», puedo afirmar que su prosa sigue dejándonos sorpresas para bien.

Si en «Ciudad de payasos» parte del eje central era la muerte del padre del protagonista , en «Los provincianos» se repite la fórmula con una ligera variante; no es el padre sino el abuelo quien se muere y esta se convierte en la excusa perfecta para que ambos viajen a poner orden sus papeles y una casa que  ha dejado como única herencia.

En el camino, entablan diálogos que evidencian la urgencia de muchos jóvenes por hacerse de un nombre en los Estados Unidos. Francisco, el hermano de Nelson (el protagonista), es uno de ellos. La idea del padre es enviar a su otro hijo también para allá. Así, mientras Nelson espera la llegada de su Visa, no tiene miedo a expresar lo que siente. Por eso, cuando llegan al pueblo del abuelo, los habitantes confunden constantemente a Nelson con su hermano y no oculta su molestia sino que termina burlándose de ella y toma su lugar a drede. Acepta ser Nelson por unos momentos y es que en ese lugar, irse a Estados Unidos significa todavía un símbolo de estatus social. Para  otros, representa una traición o les recuerda las oportunidades perdidas del pasado, tiempos donde quizá tuvieron esa misma oportunidad que ahora ven con añoranza y lejanía.

Todo esto se narra con saltos de tiempo. Por momentos se narra el presente del protagonista, en otros el pasado del abuelo y en algún punto, se introduce una especie de guión cinematográfico. Esto, gracias a que el protagonista ve conveniente dejar en claro que llegar al pueblo se convierte, de pronto, en una actuación para evitarse problemas con el resto de gente.

Pese a la complejidad de la obra, cada pieza engrana con exactitud. Incluso elementos que bien podrían pasar desapercibidos o limitados a una sola (pero muy buena imagen) como la del mototaxi volcado, son los que a la larga refrescan una trama corta, intensa y bien llevada, donde no hay nada que sobre ni que falte.

Es difícil reseñar un libro de tan pocas páginas, por eso prefiero recomendarles la lectura y ser ustedes quienes terminen de juzgarlo. Bastante recomendable.

 

 

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