Por Redacción Buen Librero

Tras una breve revisión por diferentes webs (algunas cargadas de publicidad) llegamos a estos cinco breves y melosos poemas que conforman una lista de poemas de amor para leer en cualquier momento. Aquí vamos con los cinco poemas de amor más leídos de la historia de Internet.

Corazón coraza de Mario Benedetti

Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza
porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro
porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.

Poema 20 de Pablo Neruda

 

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: “La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.”

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oir la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el ultimo dolor que ella me causa,
y estos sean los últimos versos que yo le escribo.

Pablo Nerudade Veinte poemas de amor y una canción desesperada (1924) 

 

Te quiero a las diez de la mañana de Jaime Sabines

 

Te quiero a las diez de la mañana, y a las once, y a las doce del día.

Te quiero con toda mi alma y con todo mi cuerpo, a veces, en las tardes de lluvia.

Pero a las dos de la tarde, o a las tres, cuando me pongo a pensar en nosotros dos,

y tú piensas en la comida o en el trabajo diario, o en las diversiones que no tienes

, me pongo a odiarte sordamente, con la mitad del odio que guardo para mí.

Luego vuelvo a quererte, cuando nos acostamos y siento que estás hecha para mí,

que de algún modo me lo dicen tu rodilla y tu vientre,

que mis manos me convencen de ello, y que no hay otro lugar en donde yo me venga,

a donde yo vaya, mejor que tu cuerpo.

Tú vienes toda entera a mi encuentro,

y los dos desaparecemos un instante,

nos metemos en la boca de Dios,

hasta que yo te digo que tengo hambre o sueño.

Todos los días te quiero y te odio irremediablemente.

Y hay días también, hay horas, en que no te conozco, en que me eres ajena como la mujer de otro.

Me preocupan los hombres, me preocupo yo, me distraen mis penas.

Es probable que no piense en ti durante mucho tiempo.

Ya ves. ¿Quién podría quererte menos que yo, amor mío?

 

Soneto V de Garcilaso de la Vega

Escrito está en mi alma vuestro gesto
y cuanto yo escribir de vos deseo;
vos sola lo escribistes, yo lo leo
tan solo, que aun de vos me guardo en esto.
En esto estoy y estaré siempre puesto;
que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo,
de tanto bien lo que no entiendo creo,
tomando ya la fe por presupuesto.
Yo no nací sino para quereros;
mi alma os ha cortado a su medida;
por hábito del alma misma os quiero;
cuanto tengo confieso yo deberos;
por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir y por vos muero.

Rima XXIII de Gustavo Adolfo Bécquer

Por una mirada, un mundo,
por una sonrisa, un cielo,
por un beso… ¡yo no sé
que te diera por un beso!

 

Amor de santidad de Santa Teresa

 

Aquellas palabras.

Ya toda me entregué y di

y de tal suerte he trocado,

que es mi amado para mí,

y yo soy para mi amado.

Cuando el dulce cazador

me tiró y dejó rendida,

en los brazos del amor

mi alma quedó caída.

Y cobrando nueva vida

de tal manera he trocado

que es mi amado para mí,

y yo soy para mi amado.

Hirióme con una flecha

enherbolada de amor,

y mi alma quedo hecha

una con su Criador,

ya no quiero otro amor

pues a mi Dios me he entregado,

y mi amado es para mi,

y yo soy para mi amado.

 

 

21 comentarios para “Los cinco poemas de amor en español más leídos en la historia

  1. Gracias por incluir Corazón Coraza (para mi Benedetti por siempre) y el Soneto V de Garsilaso(me gustó desde que dimos Garsilaso en el Liceo hace varias década y aún me encanta) . Saludos desde Uruguay

  2. los poetas decimos lo que los hombres no pueden decir….y e aquí una muestra de eso….la poesía es una fuente de fascinación…es la melodía de los sentimientos ..el ardor del alma…la poesía es vida vivida ……una muestra de unos de los mejores poemas de hombres ….

  3. El romanticismo es muy dificil desligarlo de lo cursi. Encontrar en este género algún poema que escape de lo dulzarrón es bastante complicado. Creo que el desamor ha inspirado textos más hermosos, más excelsos, que sobreviven al tiempo sin marchitarse. En todos estos hay un cierto sabor almibardo, más atenuado en el de Becker y en el de Garcilaso, a mi modo de ver.

  4. Creo que en este listado se debiera incluir «Amor eterno» de Quevedo que comienza Cerrar podrá mis ojos…, coincido con «Soneto V» de Lope de vega y «Te quiero a las diez de la mañana» de Sabines. Por supuesto «Amor…» de Santa teresa es inigualable para expresar el amor místico.

  5. Hermosos poemas! Pensaba que “Vivo sin vivir en mi” de Santa Teresa era más conocido igual que otros de Benedetti, a quien si considero un poeta y escritor a la altura de los demás.

  6. La verdad, ninguna me conmovió; ninguno alborotó mi sensibilidad; mejor dicho, en mi camino he leído mejores; los elegidos por el buen librero, no sé qué puede pasar; habrá que dejar a otro en el plan elección.

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