(MICROCUENTO) Tendría unos cinco o seis años. Vi una película sobre ratas gigantes y me asusté mucho. Papá no soportaba tener una hijita miedosa y resolvió curarme comprando un hámster. Era un roedor idiota que se la pasaba dando vueltas todo el día en una rueda al interior de su jaula. Se murió muy pronto, no lo alimenté con atención. Ahora yo estoy casada y tengo dos hijos. Hace poco papá murió; de infarto, me parece. Llevábamos años sin hablarnos. Las ratas todavía me asustan. (Cura del susto)
Sobretiempo
Cuando llega a casa se quita la corbata y la cuelga junto a las otras. Mientras se despoja del traje, lo dobla con sumo cuidado. Deja los lentes sobre el escritorio y vacía sus bolsillos. Enseguida toma una ducha y se pone algo más ligero. Entra a la habitación donde duerme su hijo e imprime un beso en su frente. Apenas, entonces, entra a su habitación para dar inicio a su jornada de trabajo nocturno tendiéndose al lado de su esposa sin hacer ruido.
Trayectoria
El payaso empezó a reír como nunca lo había hecho: con todas sus ganas, pero para adentro. Del otro lado del espejo ya no estaba ese que siempre lo miraba burlándose. En su lugar solo quedaba Juan, con maquillaje mal despintado, pero con unas ganas insoportables de vivir.
* Los presentes relatos han sido extraídos del libro Almanaque (Ed. Micrópolis 2014).
Sobre el autor
(Lima, 1976)
Estudió Literatura en la PUCP. Es graduado de la Escuela de Escritura Creativa del Centro Cultural PUCP y participó de en los talleres de microcuento La cueva, dirigido por Ricardo Sumalavia. Fue incluído en la antología de minificción peruana Circo de Puldas de Rony Vásquez y en la Antología Hispanoamericana de Minificción Ballenas en horrmigueras, de la editorial mexicana Ojo de Pez. Mantiene el blog «Una temporada afuera» (https://unatemporadafuera.lamula.pe/)