Carlos II nació en Madrid en 1661.
En sus cuarenta años de vida, nunca consiguió pararse sobre sus pies, ni hablar, ni babearse, ni sostener la corona en su cabeza jamás visitada por ninguna idea.
Carlos era nieto de su tía, su madre era sobrina de su padre y su bisabuelo era tío de su bisabuela: los Habsburgo eran de quedarse en casa.
Tanta devoción familiar acabó con ellos.
Cuando Carlos murió, con él murió su dinastía en España.
De Los hijos de los días, Siglo XXI, Buenos Aires, 2012.
Es muy comun que tu verdad no lo sea para mi y viceversa. No discutamos, sentemosno a charlar
El desprometedor
Es un verdadero deleite, leer la elocuencia expresada de estos escritores insignes.
No sólo es la belleza que constituyen en conjunto estas palabras, me imaginé la voz del autor diciéndoles y las disfruté más.
Jamás ha dejado de conmover
Los relatos de Galeano.
Admiro su capacidad de lograr en pocas palabras tantas emociones descritas con mucho entusiasmo y sensibilidad.
Gracias, por la publicación.