La narrativa de Paz Soldán combina varias voces en un mismo narrador, omnisciente, que es capaz de revelarnos la vida de Ramírez-Graham, un profesional informático boliviano-estadounidense a cargo de la Cámara Negra y Kandisnky, un niño cansado de la pobreza y el conformismo de su familia que poco a poco crece hasta transformarse en un hacker profesional.
Estos elementos, a la larga, dan la apariencia de ser la columna vertebral de una novela que nos dibuja, poco a poco, el clima de cambios que se viven en un país dominado por la anarquía social y virtual.
Lo que el lector puede encontrar a través de las páginas de «El delirio de Turing» es una propuesta ambiciosa en una estructura bien lograda. Son 45 capítulos que cuentan la historia de siete personajes distintos entre los que yacen los mencionados líneas más arriba. Paz Soldán ha focalizado ciertos temas que hoy en día han cobrado más importancia dados los acontecimientos: miedo a la globalización, terrorismo virtual, encrucijadas giradas en torno a mantener las apariencias familiares y las dictaduras como forma floja de gobernar.
*Criptoanalista: En el lenguaje no técnico, se conoce esta práctica como romper o forzar el código. Los métodos y técnicas del criptoanálisis han cambiado drásticamente a través de la historia, adaptándose a una creciente complejidad criptográfica. Los sistemas criptográficos han evolucionado desde los métodos de lápiz y papel del pasado, pasando por máquinas como Enigma -utilizada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial-, hasta llegar a los sistemas basados en computadoras del presente.
*Cámara Negra: Organismo de seguridad del Estado Boliviano encargado de descifrar las claves y códigos secretos de los opositores