Idilio

Tú querías que yo te dijera
el secreto de la primavera.

Y yo soy para el secreto
lo mismo que es el abeto.

Árbol cuyos mil deditos
señalan mil caminitos.

Nunca te diré, amor mío,
por qué corre lento el río.

Pero pondré en mi voz estancada
el cielo ceniza de tu mirada.

¡Dame vueltas, morenita!
Ten cuidado con mis hojitas.

Dame más vueltas alrededor,
jugando a la noria del amor.

¡Ay! No puedo decirte, aunque quisiera,
el secreto de la primavera.

Tu niñez en Mentón

Sí, tu niñez ya fábula de fuentes.
El tren y la mujer que llena el cielo.
Tu soledad esquiva en los hoteles
y tu máscara pura de otro signo.
Es la niñez del mar y tu silencio
donde los sabios vidrios se quebraban.
Es tu yerta ignorancia donde estuvo
mi torso limitado por el fuego.
Norma de amor te di, hombre de Apolo,
llanto con ruiseñor enajenado,
pero, pasto de ruina, te afilabas
para los breves sueños indecisos.
Pensamiento de enfrente, luz de ayer,
índices y señales del acaso.
Tu cintura de arena sin sosiego
atiende sólo rastros que no escalan.
Pero yo he de buscar por los rincones
tu alma tibia sin ti que no te entiende,
con el dolor de Apolo detenido
con que he roto la máscara que llevas.
Allí, león, allí, furia del cielo,
te dejaré pacer en mis mejillas;
allí, caballo azul de mi locura,
pulso de nebulosa y minutero,
he de buscar las piedras de alacranes
y los vestidos de tu madre niña,
llanto de medianoche y paño roto
que quitó luna de la sien del muerto.
Sí, tu niñez ya fábula de fuentes.
Alma extraña de mi hueco de venas,
te he de buscar pequeña y sin raíces.
¡Amor de siempre, amor, amor de nunca!
¡Oh, sí! Yo quiero. ¡Amor, amor! Dejadme.
No me tapen la boca los que buscan
espigas de Saturno por la nieve
o castran animales por un cielo,
clínica y selva de la anatomía.
Amor, amor, amor. Niñez del mar.
Tu alma tibia sin ti que no te entiende.
Amor, amor, un vuelo de la corza
por el pecho sin fin de la blancura.
Y tu niñez, amor, y tu niñez.
El tren y la mujer que llena el cielo.
Ni tú, ni yo, ni el aire, ni las hojas.
Sí, tu niñez ya fábula de fuentes.

Soneto de la dulce queja

Tengo miedo a perder la maravilla
de tus ojos de estatua y el acento
que de noche me pone en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.

Tengo pena de ser en esta orilla
tronco sin ramas; y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para el gusano de mi sufrimiento.

Si tú eres el tesoro oculto mío,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío,

no me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi otoño enajenado.

13 comentarios para “Tres poemas de Federico García Lorca

  1. Muy buena elección de los poemas de este grande inmortal! Me encanta Garcia Lorca y te felicito por la pagina excelente que llega a toda la comunidad lectora como un abrazo! Saludos desde Argentina

  2. Un poeta asi nunca estará ausente. Estará presente permanentemente junto al rocío, en las alas inquietas del colibrí, en el rumor del viento, en las quejas del insomne, en las penumbras de los secretos y en los rayos eternos de la aurora.

    1. El contador público Josemaría Escrivá de Balaguer, creador del Opus Dei y asesor de Franco; es responsable del fusilamiento de García Lorca. Lo hizo condenar por su participación en la Masonería (Una órden filosófica cuádruple centenaria); junto a 3 masones que habían ascendido recientemente -junto a Federico- al Grado 18º.
      Cuando el Vaticano estuvo al borde de la quiebra, arrastrada por el Banco Ambrosiano; luego de un negociado con la Mafia para fabricar y vender armamento; estaban por vender obras icónicas para evitar la quiebra. Es ahí que Escrivá de Balaguer le presta al Vaticano U$ 1.000- millones de caja. Su única exigencia, fué ser canonizado a dos años de su muerte.
      Es asi, que Don Josemaría Escrivá de Balager; es el primer santo con anteojos bifocales.

  3. Federico García Lorca, es un poeta que conoce como ninguno la vibración y emotividad de las palabras. Él no desaprovecha el lenguaje, le da un sentido único, no sólo en la poesía sino en el teatro, que es vivir también la poesía. Admiro en especial Bodas de sangre, un verdadero poema también, en especial cuando hsbla la novia con la suegra. Admirable Poeta.

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