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Baúl de Libros de Colección
«Porque no son humanos como nosotros; no podrían dar vueltas a esos pilones como lo hacen si tuvieran sangre y sentidos humanos y no querrían o no se atreverían a hacerlo si tuvieran simplemente un cerebro humano. Quemadlos (…) y ni siquiera gritarán en medio del fuego; estrellarlos y ni siquiera sangrarán: será aceite lubricante, el mismo del cárter».
William Faulkner sentía una gran pasión por el mundo de los aviones. Pilón es la novela en la que rinde homenaje a ese mundo de seres temerarios que no dudan en poner su vida en peligro por un instante de gloria en el aire, ante la mirada de asombro de los asistentes al espectáculo de vuelo.
En este escenario se desarrolla la historia de un original trío amoroso formado por la rubia Laverne, Roger Shumann -lo más parecido a un héroe clásico- y un paracaidista, personaje oscuro, siempre cojeante.
Junto a ellos un reportero sin nombre, en el que no resulta difícil reconocer rasgos del propio autor. Durante los días que dure el festival aéreo, se dejará arrastrar por estas personas extraordinarias que parecen vivir sólo para sus máquinas de volar.
«¿Dos hombres con una mujer y un niño en medio? (…) Para que hables de inmaculadas concepciones: nacido en un paracaídas desplegado en un hangar de California y el doctor fue a la puerta y llamó a Shumann y al tipo del paracaídas. Y el tipo del paracaídas sacó los dados y le dijo a ella: “¿Quieres hacerlo?” Y ella dijo: “Échalos tú”, y caen los dados y Shumann sacó más puntos y aquella tarde trajeron al juez de paz en el camión de la gasolina y por eso el nombre de ella y del chico es Shumann».
Erotismo salvaje y la fuerza desesperada de unos aviadores que casi alcanzan lo sobrenatural, en una novela del Premio Nobel William Faulkner.
Otras impresiones:
La forma que Faulkner escoge para describir a sus personajes es habitualmente prescindir de cualquier detalle físico, si acaso uno o dos que le caractericen, y desarrollarlo a partir de su pasado y el de su familia. Es la historia quien hace al personaje y todo cuanto no es imprescindible para el relato no es descrito. Pilón tiene la peculiaridad de que los diversos personajes determinantes de la narración están enfocados de distinta forma (…)
Lo que verdaderamente asombra en Pilón, y en muchas otras novelas de Faulkner es cómo a partir de unos personajes prácticamente esquemáticos en su concepción o presentación,me refiero a lo que los propios personajes podrían considerar como autoexplicación de sus actos, de su forma de ser, simplemente empleando el pasado y destacando unos actos sobre otros, se puede llegar a crear unos personajes y unas historias de tan profundo calado literario y emocional. (Vía: El lamento de Portnoy)