Por Miguel de Unamuno
Madre, llévame a la cama.
Madre, llévame a la cama,
que no me tengo de pie.
Ven, hijo, Dios te bendiga
y no te dejes caer.
No te vayas de mi lado,
cántame el cantar aquel.
Me lo cantaba mi madre;
de mocita lo olvidé,
cuando te apreté a mis pechos
contigo lo recordé.
¿Qué dice el cantar, mi madre,
qué dice el cantar aquel?
No dice, hijo mío, reza,
reza palabras de miel;
reza palabras de ensueño
que nada dicen sin él.
Entraré en tu habitación para estrecharte.
Para amarte hasta la luz del sol.
Acariciar tu piel y penetrante.
Mientras entonas en mi oído un si bemol.
Recogeré toda mi ropa cuando marche.
Y tú, envuelta en sábanas de amores,
caminaras erguida como diosa del aire, el mar, la tierra y las flores.
Poema dedicado al ser más amado, al más tierno; al que lo da todo, hasta su propia vida por todos.»NUESTRA MADRE.»
Que se puede esperar del señor Miguel de Unamuno, al poema me remito. Gracias por publicarlo.
Tengo una gran admiración por todos los poemas de este estimado escritor. Desde el primer poema que leí, Miguel de Unamuro se convirtió en uno de los primeros poetas de mi lista de favoritos.