me despierto
voy al baño
hago lo que hago
después
regreso
al dormitorio.
ella está incorporada
en la cama:
«¿sabe lo que
hiciste anoche?»
me meto en la cama.
«no, ¿qué
hice?»
«amenazaste
al maitre
con un cuchillo».
«¿de verdad?»
«sí, creo que nunca
más podremos ir al
Polo Lounge»,
me dice.
«¿fuimos a ese
sitio?»
«sí, tuvimos que coger
un taxi para regresar a casa.
el coche sigue allí»,
salgo de la cama
me acerco a una
ventana asomo la cabeza:
«¡mierda, no puedo vivir
sin mi
coche!»
Tomado de: El padecimiento continuo