(CINE) La chica danesa, de Tom Hopper, es una película que provoca sentimientos encontrados. He visto la película en dos ocasiones; la primera, sabiendo poco (casi nada) sobre el personaje real que la inspira, y la segunda ya con una visión plenamente informada.
Por:
Alexiel Vidam
El argumento trata de Lili Elbe (primera mujer transexual conocida de la historia), quien nació en Dinamarca en 1882 y vivió por lo menos hasta los 22 años bajo el nombre de Einar Wegener. Era un talentoso pintor en su época, y estaba casado también con una talentosa pintora: Gerda Gottlieb. En una ocasión, la modelo de Gerda falla a la reunión para culminar su retrato, por lo cual Einar accede a ayudarle, usando la vestimenta de la modelo. Esto provoca cierto “despertar” en él… Descubriendo que se siente mejor como mujer que como hombre. Como dato interesante, se ha postulado en varias ocasiones que Einar nunca fue un hombre al 100% ni siquiera en el sentido físico, sino que era intersexual. De hecho, hay varias fuentes que señalan que, durante una de las cinco cirugías que se realizó, se le encontraron unos ovarios atrofiados.
La película presenta un par de interpretaciones brillantes –como ya hemos señalado-.Eddie Redmayne es la encarnación del conflicto; comenzando por el conflicto de descubrir, en su interior, una identidad que desconocía… o que él mismo había reprimido para no llegar a conocer. Recordemos que en esa época no se había creado las palabras “transexual” ni “transgénero”; no había referentes; era como sentir que uno es algo que sencillamente no existe… Recordemos también que eran tiempos en los que la homosexualidad era tratada de perversión, y uno podía acabar encarcelado o encerrado en un manicomio. Era entonces, un conflicto primero de auto-aceptación, luego de confrontación social… y finalmente emocional, pues él amaba a su esposa y no pretendía herirla.
Alicia Vikander, por su lado, es la clara manifestación del amor. Ella es una mujer extravagante y osada para su tiempo. Una mujer que “¡oh, qué horror, muestra los tobillos!”, que demuestra carácter y toma la iniciativa (en contraste con su amable e introvertido Einar). En un comienzo se siente muy segura con su relación, de modo que la repentina transformación de su marido es un choque intenso para ella… Sin embargo, decide apoyarle, a pesar del sufrimiento que para ella implica perder a su compañero. Alicia transmite con precisión los sentimientos encontrados de esta mujer; nos conecta con su drama; nos conmueve.
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Basado en:
«Rara vez la cuestión de la identidad sexual -o quizá simplemente de la identidad-, ha sido abordada con más sutileza y profundidad. Pero, sobre todo, y a pesar de su escabroso tema, La chica danesa es una bellísima, intensa historia de amor» (Publishers Weekly).
«Una escritura refinada, la atmósfera de una época recreada con delicada precisión. David Ebershoff ha escrito una extraña y conmovedora historia de amor centrada en la confrontación con el misterio del otro…» (Richard Bernstein, The New York Times).
«Una fábula enigmática y cautivadora sobre la metamorfíosis y la construcción de la identidad. Un libro admirable» (Andrew Biswell, The Sunday Express).
«Memorable y perturbadora, una penetrante mirada a la misteriosa caja negra de la sexualidad humana» (John Burnham Schwartz, The New York Times).
Vía: ANAGRAMA