Por:
Gianfranco Hereña
El primer hombre encuentra a la primera mujer. Ambos se entregan a los placeres primarios: sexo, apetito, sueño y, sin quererlo, se adhieren también a las primeras formas de gobierno que existieron desde el inico de los tiempos. Sin quererlo, están a punto de fundar la civilización. Carlos Fuentes vuelve sobre un tema que ya le es típico: la historia y dos narraciones paralelas.
En ellas, se plasma la historia de Gabriel Atlan Ferrara e Inéz Prada. Atlan Ferrara, conocido director de ópera, ve en Inez Prada a la actriz ideal para interpretar el «Fausto» de Berlioz. Ambos entablan un romance que es intercedido casi capítulo a capítulo con la historia del encuentro entre dos seres ubicados en la Prehistoria. Tal cual se cita en Pendiente Migración: «(…)La vida es un riesgo: el hombre y la mujer prehistóricos se arriesgan y forman, con naturalidad, una pareja feliz, con sus alegrías y desgracias (¡ay, la muerte siempre presente!). Por el contrario, Gabriel e Inéz no se arriesgan, ya que temen el fracaso de su amor y no lo inician y con ello se condenan a la soledad. Si no hay riesgo, no podemos construir la vida».
El riesgo es un elemento base en esta novela. Atlan Ferrara es consciente de que su edad es impedimento para relacionarse con Inéz. Atlan intentará inmortalizarla mediante la imagen de un talisman, que a su vez, es una metáfora: Este jamás envejece y en el verá reflejada la figura de esa mujer con la que jamás se atrevió a tener una relación en serio.El amor imposible entre ambos personajes queda regido a ciertas normas, igual que ocurre con a–nel y ne–el (así bautiza Fuentes a la mujer y al hombre prehistóricos).
Con bastantes saltos de tiempo, esta novela de Fuentes es para leer detenidamente.Por factores de tiempo dejo la reseña en este punto, instándolos a leerla y disfrutarla como se debe. Prometo reseñas más copiosas en el transcurso del mes.
Contratapa( Alfaguara):
Gabriel Atlan-Ferrara, director de orquesta, recuerda en su vejez los tres encuentros que tuvo a lo largo de su vida con la cantante mexicana Inez Rosenzweig. La primera vez en el Londres bombardeado de 1940, cuando durante los ensayos de la ópera escucha por primera vez su voz. En 1949 vuelven a encontrarse en Ciudad de México, ella ya como una diva de la ópera. Atlan-Ferrara ha cambiado también y es ya uno de los más importantes directores de orquesta. El último encuentro tiene lugar en 1967 en Londres, donde él decide romper todas las convenciones de la ópera llevando la música hasta las últimas consecuencias.
Una novela de amor que cruza geografías y tiempos históricos, que evoca etapas primitivas de la humanidad en busca de la pasión original, aquella que se emparenta con le arte y las transgresiones del alma.
Contexto en que fue escrita:
Pasó la tragedia de la muerte de su hijo por la vida de Carlos Fuentes en 1999, cuando aquel contaba 26 años, a quien va dedicada, con no aplacado dolor, esta novela. Instinto de Inez es, sin embargo, novela de un extraño y atormentado amor narrado desde la vejez, cuando el protagonista, un director de orquesta de 92 años, se dirige a Salzburgo, donde reside, al homenaje que han de brindarle y conjurar, una vez más, La Dammation de Faust, de Berlioz. No es de extrañar la elección de esta romántica y dramática obra, recreación del viejo mito faústico. (El Cultural.es)
Instinto de Inez- Carlos Fuentes
Título: Instinto de Inéz.
Autor: Carlos Fuentes
Editorial: Alfaguara, 2001