Autor: Pablo Lacroix
Editorial: Ajiaco Ediciones, 2015.
(RESEÑA) Bastantes cosas interesantes se han dicho sobre Fractal de Pablo Lacroix. Un libro visual que genera la sensación de estar atrapado en un laberinto en donde cada vez que uno encuentra una salida, nuevos caminos aparecen a sus costados, un libro netamente político, que utilizando la teoría matemática de Benoit Mandelbrot (que sí bien éste lo utiliza para entender la lógica de las formas de la naturaleza) intentará comprender la lógica de nuestro habitar en las sociedades posmodernas.
Por:
Fabián Burgos
¡Comprender la lógica! Gesto importantísimo para una época donde se comienzan a desarrollar y retomar herramientas que sirvan como superación de cierta posmodernidad entendida como atomización infinita de los discursos hasta lo irreconciliable, posmodernidad de la democracia consensual, posmodernidad de la poesía de la experiencia más particularisimamente particular, posmodernidad del nihilismo y la ausencia de sentido. Y eso es Fractal, el cable a tierra que nos lleva a sentir que a pesar de la angustia, hay orden dentro del caos y que la poesía es mucho más que la exposición sistemática de los sentires individuales de los nuevos actores sociales, más que escribirle a los académicos para ser citado en una tesis de Estudios Culturales.
No podemos de dejar recordar que tanto Benoit Mandelbrot (Teoría fractal), como Alan Touring (autoorganización de la naturaleza), son fundadores de las nociones de qué a pesar de la incertidumbre que nos entrega el Universo a partir de la arremetida feroz de la ciencia en el siglo XX, aún podemos encontrar patrones matemáticos que gobiernan por sobre el caos, Así como el amor de las moléculas que suma y suma / La imagen Fractal sigue sumando /como un triángulo que inicia en alguna punta y termina / donde nunca va a terminar, dirá Pablo. Probablemente es esto lo que comienza a comprender el autor en sus lecturas de Guy Debord, de Jean Baudrillard entre otros y que también serán el motor de su segundo libro de poesía, el cual en relación a su proyecto de obra, podríamos entender como en anclaje definitivo para el desarrollo de un nuevo Logos, entenderlo como respuesta a su Der Golem, en el cual vemos la autoflagelación como alternativa última ante la incertidumbre de que en ese lugar donde se pretende encontrar Sentido u Origen, encontrar absolutamente nada, en resumidas cuentas es comprender que por sobre todo, hay una historia humana en rearticulación constante. Lo siguiente será saber si hay poesía que desarticule el espectáculo (esto me entusiasma mucho cuando pienso en lo que el autor seguirá trabajando) Todo campo de exterminio tiene un límite / y toda imagen tiene un borde que podemos cortar / aunque no sabemos cómo.
Ya desde hace rato, pero especialmente con este libro, Pablo Lacroix se une a un grupo de autores que está pensando la poesía y desde distintos gestos están generando críticas a estas Ciertas posmodernidades que hace un rato nombré. Francisco Ide (Yakuza, Poemas para Michael Jordan) y sus personajes que no me suenan más que a ironía respecto a los límites de esta particularización enfermiza, Fanny Campos (Hysteria/histrión) y la lectura dramática de sus poemas de juventud como si no fueran más que el espectáculo de su época, las reescrituras de Tos de Perro (Una cita al aire libre), los gestos de reuniversalización de Victor Munita Fritis (En guerra con Chile), Rafael Farías (La célula inhabitable) y su construcción de la comunidad como nuevo cuerpo orgánico, las obras inéditas de algunos poetas jóvenes como Javier Ossandón y Christopher Vargas, entre muchos otros que conozco y muchos más que desconozco. Como si paso a paso, tranco a tranco, estuviéramos intentando reconstruir, reconciliar el Cosmos.
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Selección de poemas