Título: El poeta que tocaba tambor
Autor: Maynor Freyre
Editorial: Editorial San Marcos, 2014
«Esta novela, que también podría ser leída como una crónica o parte de una novela biográfica o quizá hasta como un texto que roza el género de la cronivela, destaca no solo por contar la vida en ficción de un poeta valioso de los 60 y 70(…)sino por dejar como testimonio todo lo que entonces se vivía en el Perú con la Revolución de las Fuerzas Armadas, Velasco, la entrega de tierras, la presencia de Hora Zero y su casa comunal, las broncas políticas y aderezado todo con la inclusión de referentes conocidos por el lector, ya sean escritores o políticos con nombres reales».
Por:
Jorge Ramos Cabezas
Si tienes un amigo que toca tambor”, de Manuel Morales, probablemente sea uno de los poemas más recordados, antologados y citados, junto a alguno de Jorge Pimentel y otro de Verástegui, de todos los que conformaron y conforman el grupo Hora Zero. Basado en la poética y aventurera vida de aquel destacable autor, Maynor Freyre ha escrito una singular novela: El poeta que tocaba tambor. Ahora, antes de proseguir, recordemos, pues, una vez más, el poema al que le debe su título la novela que aquí brevemente reseñamos:
Si tienes un amigo que toca tambor
Si tienes un amigo que toca tambor
cuídalo, es más que un consejo, cuídalo.
Porque ahora ya nadie toca tambor,
más aún, ya nadie tiene un amigo.
Cuídalo, entonces,
que ese amigo guardará tu casa.
Pero no lo dejes con tu mujer, recuerda
que es tu mujer y no la de tu amigo.
Si sigues este consejo, vivirás
mucho tiempo. Y tendrás tu mujer
y un amigo que toca tambor.
Manuel Morales (Iquitos, 1943 – Porto Alegre, Brasil, 2007) fue un poeta peruano singular de fines de los 60 y adscrito a los 70, al grupo Hora Zero, con un solo poemario —el libro ya mítico y de culto Poemas de entrecasa (1969), en el que figura el poema arriba citado—, un viajero incansable, callejero, bohemio, peleador, mujeriego pertinaz, y al que jamás le importó pertenecer a la oficialidad literaria peruana ni hacer currículum alguno. Este artista, que hizo de su vida una rica obra literaria en sí y que falleciera hace unos años en Brasil, país al que partió en 1977, pareciera haber convocado desde el Más Allá (desde una región destinada a los más honestos poetas) al escritor más idóneo para construir un relato o novela corta sobre su vida justamente; el encargado de esta valiosa empresa será un amigo y colega de caminos de Morales: el narrador Maynor Freyre. Al final, sin embargo, comprobaremos que es Freyre quien convoca al poeta.
Esta novela, que también podría ser leída como una crónica o parte de una novela biográfica o quizá hasta como un texto que roza el género de la cronivela, destaca no solo por contar la vida en ficción de un poeta valioso de los 60 y 70 (al que recién hoy, lamentablemente, con su muerte, se le empieza a leer), desde su niñez, formación, pasos por la universidad, labores, experiencias viajeras, amores, etc., sino por dejar como testimonio de parte (de quien narra, que al final, con nombre propio, resulta siendo el mismo autor real: Maynor, y del protagonista: Manuel Morales) todo lo que entonces se vivía en el Perú, con la Revolución de las Fuerzas Armadas, Velasco, las reformas, la entrega de tierras, la presencia de Hora Zero y su casa comunal, las broncas políticas…, y aderezado todo con la inclusión de referentes conocidos por el lector, ya sean escritores o políticos con nombres reales, que se presentan como personajes, o poemas y cartas extraídos de otros libros. Así, desfilan en situaciones diversas y, muchas veces, conmovedoras, Oswaldo Reynoso, Nilo Espinoza, Tulio Mora, Jorge Pimentel, el Búfalo Pacheco (vergüenza aprista quien, por cierto, termina linchado aquí), entre otros. Pero, ciertamente, no estamos ante una crónica o biografía, y eso queda claro no solo por el encuentro festivo del narrador con personajes extraídos literalmente de la obra narrativa de Jorge Amado, sino también por el hecho de que Freyre —narrador personaje— departe y asiste a un diálogo con alguien que se supone venido del Más Allá. Así, el momento cumbre de la ficcionalización se da en las páginas finales, cuando el mismo espíritu de Manuel Morales o su voz o su presencia imaginada le entrega a Maynor Freyre la consigna de que escriba una novela sobre él:
Así, es, don Maynor, que con tu gorrita, como dice Tulio Mora, pareces un viejo napolitano y que espero que cuentes esta historia con ganas, sin esconder nada, que ya los lectores encontrarán la verdad por sí solos […]. Ahora sí me quito, mi querido parcero. Estoy escuchando cómo suena mi tambor. Qué pena que no nos hayamos encontrado de verdad por los lares donde viví, pero gracias por convocarme aquí en San Salvador de Bahía, al lado de los resucitados personajes de Amado, esos que nunca descansarán. Ojalá que con tu novela me pase lo mismo (pp. 87-88).
Sin embargo, a pesar de lo aquí descrito, el texto no resulta para nada una novela exclusiva para escritores o necesariamente destinada a los seguidores de Hora Zero, sino para todos aquellos que valoramos las buenas historias y la creación de otros mundos más atrapantes que el nuestro.
Narrada muy al estilo de Freyre —autor del libro de cuentos El team de los chacales (2001) y de la novela Par de sátrapas (2008), entre sus últimos títulos—, con jergas de la época y apelando siempre a ese humor tan característico en él, esta novela se presenta, sin duda, como una lectura largamente recomendable.
Genial el título. Saludo a todas las personas involucradas en esta obra. Manuel Morales fue uno de esos grades poetas de los cuales se sabe muy poco. Aunque recien hoy me entero, espero conseguir la obra. Sería interesante saber si el poeta siguió publicando en Brasil.