Jack Hurtado se pone de pie y observa a través de sus gafas el montón de álbumes. Acaricia la superficie de uno que dice «España 82». Ahí yace la historia de nuestro último mundial, una serie de fotografías amarillentas que recuerdan a los Cubillas, Velásquez y Chumpitaces que ahora solo son parte del grato recuerdo del ayer. Suspira. Y es que Jack sabe que donde un sueño termina, otro puede empezar a echar sus propias raíces y crecer. Su Museo de Coleccionables de Fútbol está a punto de abrir las puertas al público. A los 23 años su meta parece cumplida pero va por más y añade libros de fútbol a su larga colección de artículos.
Por:
Gianfranco Hereña
No es la primera exposición que realiza el Museo Coleccionables de Fútbol. Más allá de establecerse de manera fija en algún lugar ¿Hacia dónde apuntan ahora?
Tras 17 exhibiciones de la colección, y poder haber llevado un pedazo de la misma a México, Argentina, Uruguay, Brasil, Chile y Colombia decidimos dar uno de los pasos más importantes de nuestra joven historia: la apertura del MiniMuseo, un lugar donde se le rendirá culto a los artículos de colección. Memoria, cultura y fútbol de la mano en un solo lugar.
Luego del sábado 11 de abril, fecha de inauguración del MiniMuseo, lo que se viene es mucho más grande. Estamos a punto de cerrar exhibiciones en varias sedes de Chile durante la Copa América, además de importantes exhibiciones en los más grandes centros comerciales del país. Estaremos en varios conos. Además, como primicia anunciamos nuestra participación en ‘Lima Vive Fútbol’, la primera feria nacional con el fútbol como temática principal. Lo que se viene luego de este sábado es importantísimo para el Museo Coleccionables de Fútbol y su definitiva consolidación.
Esta exposición trae como novedad un tema que me apasiona: «La literatura hecha en torno al fútbol» ¿Cómo es que consiguieron los libros y cuál ha sido la adquisición que más trabajo les ha costado obtener?
Nos sorprendimos mucho en nuestra última gira en Colombia, allí la literatura futbolera es alucinante, pudimos compartir una merienda con Guillermo Ruiz Bonilla, uno de los principales historiadores y escritores del fútbol colombiano.
Según el argentino Barraza de El Gráfico, Ruiz Bonilla es acaso el escritor que más libros de fútbol ha publicado en la región (y tal vez en el Mundo). Allí pudimos conseguir algunos ejemplares dedicados a la historia de la Selección Colombiana, y claro a los principales clubes como el Deportivo Independiente de Medellín y el Millonarios de Bogotá. En Bogotá, el coleccionista César Augusto León nos obsequió el libro de David Yallop: «¿Quién se robó la Copa?», literatura de la buena.
Sobre uno de los libros más difíciles fue el que nos regaló y autografió Marco Silvera Antúnez, jefe del Patrimonio Histórico del Peñarol, fue un hermoso libro dedicado a los 120 años del club uruguayo, una joya que además de buena letra combina fotos y estadística de primera mano. Tiene un lugar especial en el museo.
¿Habías tenido alguna experiencia previa que te animara a tocar la literatura del fútbol como un punto de parada ineludible en esta oportunidad?
Claro que sí, desde hace un año y medio llevo escribiendo mi primer libro. Dedicado exclusivamente a las miles de anécdotas que he ido recopilando en mi viaje a las distintas ciudades de Sudamérica donde he paseado la colección. Las historias son de primera mano y realmente únicas. Por ejemplo: Cómo se consiguió la camiseta autografiada por Maradona; la camiseta perdida de Claudio Pizarro en el Werder Bremen, el coleccionista de Porto Alegre que recibía un sueldo por «pegar figuritas», el coleccionista mexicano aspirante al libro de los Récord Guinnes, entre tantas otras. Actualmente ya llevo escrito unas 50 historias. Estimo que cuando pasé las cien el libro estaría casi casi listo.
Entiendo que debes haber revisado alguno de los textos ¿Cuál ha llamado más tu atención y por qué?
Hay un libro, no recuerdo el título, pero claramente una frase que describe mucho. «La vida es como el fútbol». Autogoles, tarjetas rojas, lesiones, equipo al hombro, y sobretodo: el gol. ¿Te has puesto ha pensar en eso? ¡La vida es claramente como el fútbol!
El fútbol además de ser jugado, visto y gritado puede ser leído. Muchas personas aman leer fútbol, muchos han iniciado su pasión por el fútbol leyendo las ediciones de El Gráfico, o sin cruzar las fronteras, leyendo el Ovación del ‘Pocho’ Rospigliosi. Ese es el principal nexo: las historias que solo pueden ser contadas con la literatura, una forma sutil de darle al fútbol el lugar cultural que los años le ha quitado. El fútbol es cultura, el fútbol es literatura.