Por Franz Kafka
Érase un buitre que me picoteaba los pies. Ya había desgarrado los zapatos y las medias y ahora me picoteaba los pies. Siempre tiraba un picotazo, volaba en círculos inquietos alrededor y luego proseguía la obra.
Pasó un señor, nos miró un rato y me preguntó por qué toleraba yo al buitre.
—Estoy indefenso —le dije— vino y empezó a picotearme, yo lo quise espantar y hasta pensé torcerle el pescuezo, pero estos animales son muy fuertes y quería saltarme a la cara. Preferí sacrificar los pies: ahora están casi hechos pedazos.
—No se deje atormentar —dijo el señor—, un tiro y el buitre se acabó.
—¿Le parece? —pregunté— ¿quiere encargarse del asunto?
—Encantado —dijo el señor—; no tengo más que ir a casa a buscar el fusil, ¿puede usted esperar media hora más?
—No sé —le respondí, y por un instante me quedé rígido de dolor; después añadí—: por favor, pruebe de todos modos.
—Bueno —dijo el señor—, voy a apurarme.
El buitre había escuchado tranquilamente nuestro diálogo y había dejado errar la mirada entre el señor y yo. Ahora vi que había comprendido todo: voló un poco, retrocedió para lograr el ímpetu necesario y como un atleta que arroja la jabalina encajó el pico en mi boca, profundamente. Al caer de espaldas sentí como una liberación; que en mi sangre, que colmaba todas las profundidades y que inundaba todas las riberas, el buitre irreparablemente se ahogaba.
Interesante e imaginario
Kafka adora las paradojas. Creo que toda su obra expone la búsqueda de una escritura sin propósito, una escritura que pueda llamarse con autenticidad «artística». Diría que las paradojas exponen la naturaleza de este lenguaje humano, un lenguaje cuyo caudal ahoga toda criatura que quiera formarse a costa de nuestro dolor.
La. Libertad es un derecho del cual se puede perder debido a que otros hagan mal uso y hagan un libertinaje oseoso de un derecho…… universal……
El final es profundamente poético.
Excelente, me encanta Kafka, único, el cuento apoteósico, final inesperado
Excelente.Me encantó como todos sus escritos.
Una paradoja genial, una acción magistral puede convertir a tu agresor en víctima de su propia estrategia maligna
Muy creativo, existencialista, absurdo y fantástico, con un final siempre tan extraño e inesperado.
También leí «La Metamórfosis».
Es con su estilo tan peculiar y con una gran y fantástica imaginación.
En uno de mis viajes a Hungría visité su casa, donde vivío un tiempo.
No me dejo deslumbrar por saber que es de Kafka. No logro descubrir la tal profundidad de este corto relato. O será que soy muy bruto?