Autora: Laura Restrepo
Título: Delirio
Editorial: Alfaguara, 2004

Ésta fue la novela ganadora del Premio Alfaguara en el 2004. Para José Saramago, miembro de aquel jurado, «Delirio» fue: «Una expresión de todo lo que Colombia tiene de fascinante, e incluso de terriblemente fascinante. Y cuando el nivel de la escritura llega hasta donde lo llevó Laura Restrepo, hay que quitarse el sombrero. Lo digo en mi nombre y en nombre del jurado que no ha ahorrado aplausos para esta obra».

Por:

María Camila Sánchez

Meses atrás, me propusieron el difícil reto de hacer una reseña sobre un libro. Tengo que confesar que no me enamoraba así desde la última lectura que me tocó. He leído varios textos con los que tenía una especie de one night stand apasionada,  porque eran como una mala cita a ciegas, en las que solo esperaba un punto final para pedir la cuenta.

Delirio de Laura Restrepo ha sido la excepción. Llegó a mis manos tras una incursión por «El hueco» (los que son de Lima entenderán qué se siente estar entre tanto libro usado) . Después de mucho buscar, digamos que la tierra me llamó y a 1720.42 km de distancia vine a conocer la obra de esta espectacular escritora y periodista colombiana, ganadora del premio Alfaguara de novela en el  2004.

Se trata de una historia arriesgada, en la que el hilo conductor es  la locura y tanto los narradores como el lector se dejan envolver por ella. Todo está ambientado en una época difícil para mi país. Creo que no más con nombrar al señor Pablo Escobar, Laura Restrepo nos sitúa en una Bogotá inestable, llena de carros bomba, donde reina la corrupción y el dinero parece enloquecer a las personas. Una de ellas es Agustina Londoño, la protagonista de esta espectacular obra.

«Supe que había sucedido algo irreparable en el momento en que un hombre me abrió la puerta de esa habitación de hotel y vi a mi mujer sentada al fondo, mirando por la ventana de muy extraña manera. Fue a mi regreso de un viaje corto, sólo cuatro días por cosas de trabajo, dice Aguilar, y asegura que al partir la dejó bien. Cuando me fui no le pasaba nada raro, o al menos nada fuera de lo habitual, ciertamente nada que anunciara lo que iba a sucederle durante mi ausencia, salvo sus propias premoniciones, claro está, pero cómo iba Aguilar a creerle si Agustina, su mujer, siempre anda pronosticando calamidades, él ha tratado por todos los medios de hacerla entrar en razón pero ella no da su brazo a torcer e insiste en que desde pequeña tiene lo que llama un don de los ojos, o visión de lo venidero, y sólo Dios sabe, dice Aguilar, lo que eso ha trastornado nuestras vidas». 

Agustina enloquece repentinamente y su marido, un académico de renombre, no entiende las causas que han conducido a su mujer al desquicio.Poco a poco irá adentrándose en lo que realmente ocurrió y descubrirá que su pasado es ahora su máximo verdugo. Ahí aparecen las voces de Nicolás Potulinus, su abuelo o la de Midas, su amante,  un blanqueador de dinero que trabajó para Pablo Escobar. Todos ellos van alimentando el porqué de la locura de Agustina y van abriéndole a su esposo una realidad tan espantosa como real.

Y sin embargo sus ojos brillaban, eso lo recuerda Aguilar con claridad, que al fondo de ese cuarto y desde ese rincón, ¿desde esa improvisada cueva?, los ojos de Agustina brillaban, con un destello malsano pero brillaban, como si la anemia que la agotaba no hubiera podido quebrantarle el ardor de la mirada, más bien por el contrario, en medio del súbito deslucimiento de su persona percibí en sus ojos un desafío que amedrentaba, un algo perturbador, de excesiva vibración,que hizo que mi mente evocara la palabra delirio. 

No se trata de un solo narrador sino de varias voces que juntas irán tejiendo esta historia que arranca madrazos, sonrisas y, si el café está muy cargado, hasta una lagrimita. Más que lograr situarnos en escenarios como el barrio de la Candelaria o Sasaima, el lector encontrará  seres humanos con claroscuros y, quien sabe,  tal vez se de cara a cara con su propio reflejo. Porque recuerde que «El delirio puede entrar por los ojos».

Leer un fragmento del libro: http://www.alfaguara.com/es/libro/delirio/

Puedes ver la entrada original en: http://textaleatorio.blogspot.com/2014/03/la-corbata-esta-perfectamente-roja.html

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