Quizás muchos de nosotros lo hemos hecho o seguimos haciéndolo. Leer es una actividad que contempla una serie de factores que dependen, principalmente, de nuestro interés en el texto que estamos revisando. Sin embargo, a veces esto no basta, porque el tema que tocan ambos nos gusta. Por eso, aquí unos tips para leer más de uno a la vez y no morir en el intento. 

El primer paso es dejar de intimidarse ante la cantidad de personajes y caracteres que aparecen en una u otra trama. Hay que tener en claro que sí se puede, solo que hay que ir paso por paso. Para Rachel Hanley: «Sin embargo, mientras me asegure de leer al menos, digamos, un capítulo cada semana o dos en cada libro individual, eso parece ser suficiente para mantenerme conectada a la historia».

Lo segundo es tratar de no imponerse una meta. Que no luzca como una obligación sino que surja como una necesidad. Claro, que aquí nos topamos con la pregunta ¿Y la disciplina dónde está?. Recordemos la frase de Borges: «El verbo leer no soporta el modo imperativo». Con ello queda claro que la presión nos puede jugar en contra.

Por último, la cantidad de páginas leídas no interesa tanto como el acto de disfrutar el libro en sí mismo. Tomarse el tiempo necesario para leer es necesario. Entonces, uno de los trucos está en no leer dos libros del mismo género. La misma Rachel apunta «Me encanta cómo los autores brillantes pueden enseñarme algo por cómo manejan temas sensibles, pero a veces sólo necesito un descanso de la violencia, traición, tragedia, etc». Entonces, leer algo diferente a lo que veníamos revisando, no hace sino darnos un respiro para volver a introducirnos en la trama horas o días después.

 

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