Por Ernesto Cardenal

Como latas de cerveza vacías y colillas
de cigarrillos apagados, han sido mis días.
Como figuras que pasan por una pantalla de televión
y desaparecen, así ha pasado mi vida.
Como automóviles que pasaban rápidos por las carreteras
con risas de muchachas y músicas de radios…
Y la belleza pasó rápida, como el modelo de los autos
y las canciones de los radios que pasaron de moda.
Y no ha quedado nada de aquellos días, nada,
más que latas vacías y colillas apagadas,
risas en fotos marchitas, boletos rotos,
y el aserrín con que al amanecer barrieron los bares.

18 comentarios para “Como latas de cerveza vacías

  1. Un poema que suena bien.Me parece extraño que sea de Cardenal,tiene demasiada sencillez en la superficie del texto.Cardenal esconde magia debajo de su aparente sencillez y en este poema,no la encuentro.

  2. Cuanta nostalgia en un poema.
    Pienso que no supo o no pudo transformar su sueño.
    A continuación, transcribo parte del discurso de aceptación del premio Nobel, de Albert Camus:
    «El artista se forja en ese perpetuo ir y venir de sí mismo hacia los demás, equidistante entre la belleza, sin la cual no puede vivir, y la comunidad, de la cual no puede desprenderse. Por eso, los verdadero artistas no desdeñan nada; se obligan a comprender en vez de juzgar. Y si han de tomar partido en este mundo, sólo puede ser por una sociedad en la que, según la gran frase de Nietzsche, no ha de reinar el juez sino el creador, sea trabajador o intelectual.»

    1. Todo pasa…
      Pero… Tal cual expectador de las colillas, los botes etc seamos proactivos, que hacemos mientras pasa, cambiemos la historia, somos tripulantes, no pasajeros en esta grandiosa nave llamada tierra

  3. Asume la poesía con las palabras de cada día, sin grandes adefesios, sencilla y viva como la luz; elocuente. Sin embargo está dotado por la transparencia. Indudablemente uno de los mayores poetas de la segunda mitad del siglo XX hispanoamericano.

  4. En estos primeros poemas, Ernesto Cardenal ya demostró que había llegado para quedarse y, más aún, para cambiar el rumbo de la poesía latinoamericana. Le llamó «Exteriorismo» a su poesía, porque obviamente transmitía sus sentimientos a través de la descripción de objetos, sucesos, hechos históricos, recuerdos, etc. Fue fiel a los preceptos del Exteriorismo hasta su muerte y, efectivamente, cambió a la poesía latinoamericana, junto con Nicanor Parra, Juan Gelman, Drummond de Andrade, Antonio Cisneros y muchos otros.

    1. El gran logro de esta poesía, reconociéndola como exteriorista, se basa en la perfección de su composición (respiración) y en la sencillez de sus versos, cuyas imágenes son universales. Pero a pesar de su sobreutilización, en este caso son rescatados como la esencialización de lo que se quiere transmitir y lo coloquial del lenguaje, no impide la concreción de la poiesis. La comparación de este aspecto horrible de la vida, con objetos de basura y desecho, se concretan en una sublimación, de donde emerge este bello resultado.

  5. Es un poema trágico y crudo sobre el constante devenir de la vida y la conciencia de su fluir nostálgico; el simíl, de las colillas apagadas de cigarrillos y las latas vacías de cerveza, es la vejez.

  6. Es muy sencillo esas palabras del poema. Al avanzar las palabras nos lleva a la indiferencia triste de que se acaba el cigarro y esas cenizas son descartables. Así como el líquido. En la sencillez de sus palabras radica la belleza.

Deja una respuesta

Regístrate

O con tu correo

Inicia sesión

O con tu correo