Por Antonio Machado
Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido.
¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.
No será, cual los álamos cantores
que guardan el camino y la ribera,
habitado de pardos ruiseñores.
Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas
urden sus telas grises las arañas.
Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas en alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas,
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.
Conmovedor, siempre profundo Machado,
Me gustó la imagen del olmo viejo.
Enormes poemas nos permites leer en estas publicaciones. Felicitaciones.
Enormes poemas nos permites leer. Felicitaciones.
Al igual que el olmo, Machado busca renacer
Bello poema, Machado siempre genial.
GRACIAS POR UN RESPIRO DE AMOR EN EL BUEN DECIR DE LA PALABRA.
El poeta más querido y leído en México… gracias al cantante Serrat por haberlo difundo por el mundo.
ME GUSTA EL FINAL DE «VERDECIDA» Y HACER UN SIMIL CON BENDECIDA
Tantas emociones con este lindo poema.
Me hizo recordar «Tres arboles», de Gabriela Mistral.
Canto y cuento es la poesía
se canta una viva historia
contando su melodia.
Machado es un placer que alimenta todos los sentidos.
Emocionante, veo el viejo olmo, el río, siento la primavera. Magnífico como todo lo que escribió el gran Machado!!!!
Narrativas como A un olmo seco invitan a descubrir la maravilla de la lectura. Gracias
jamás olvidare aquellos catorce años míos cuando el profesor me obligo a hacer una redacción sobre este poema y aquella actitud mía de maldecir a su autor por se tan tonto y tan gilipollas como para escribir un poema a un árbol seco. Lo que mi primavera de juventud me hacia pensar.
ahora lo leo, me conmueve, me entristece y llega hasta el ultimo de los rincones de mis entrañas.
Pura esperanza