Golondrinas

Las dulces mensajeras de la tristeza son…
son avecillas negras, negras como la noche.
¡Negras como el dolor!

¡Las dulces golondrinas que en invierno se van
y que dejan el nido abandonado y solo
para cruzar el mar!

Cada vez que las veo siento un frío sutil…
¡Oh! ¡Negras avecillas, inquietas avecillas
amantes de abril!

¡Oh! ¡Pobres golondrinas que se van a buscar
como los emigrantes, a las tierras extrañas,
la migaja de pan!

¡Golondrinas, llegaos! ¡Golondrinas, venid!
¡Venid primaverales, con las alas de luto
llegaos hasta mí!

Sostenedme en las alas… Sostenedme y cruzad
de un volido tan sólo, eterno y más eterno
la inmensidad del mar…

¿Sabéis cómo se viaja hasta el país del sol?…
¿Sabéis dónde se encuentra la eterna primavera,
la fuente del amor?…

¡Llevadme, golondrinas! ¡Llevadme! ¡No temáis!
Yo soy una bohemia, una pobre bohemia
¡Llevadme donde vais!

¿No sabéis, golondrinas errantes, no sabéis,
que tengo el alma enferma porque no puedo irme
volando yo también?

¡Golondrinas, llegaos! ¡Golondrinas, venid!
¡Venid primaverales! ¡Con las alas de luto
llegaos hasta mí!

¡Venid! ¡Llevadme pronto a correr el albur!…
¡Qué lástima, pequeñas, que no tengáis las alas
tejidas en azul!

 

Viaje

Hoy me mira la luna
blanca y desmesurada.

Es la misma de anoche,
la misma de mañana.

Pero es otra, que nunca
fue tan grande y tan pálida.

Tiemblo como las luces
tiemblan sobre las aguas.

Tiemblo como en los ojos
suelen temblar las lágrimas.

Tiemblo como en las carnes
sabe temblar el alma.

¡Oh! la luna ha movido
sus dos labios de plata.

¡Oh! la luna me ha dicho
las tres viejas palabras:

«Muerte, amor y misterio…»
¡Oh, mis carnes se acaban!

Sobre las carnes muertas
alma mía se enarca.

Alma ?gato nocturno?
sobre la luna salta.

Va por los cielos largos
triste y acurrucada.

Va por los cielos largos
sobre la luna blanca.

Esta tarde

Ahora quiero amar algo lejano…
Algún hombre divino
Que sea como un ave por lo dulce,
Que haya habido mujeres infinitas
Y sepa de otras tierras, y florezca
La palabra en sus labios, perfumada:
Suerte de selva virgen bajo el viento…

Y quiero amarlo ahora. Está la tarde
Blanda y tranquila como espeso musgo,
Tiembla mi boca y mis dedos finos,
Se deshacen mis trenzas poco a poco.

Siento un vago rumor… Toda la tierra
Está cantando dulcemente… Lejos
Los bosques se han cargado de corolas,
Desbordan los arroyos de sus cauces
Y las aguas se filtran en la tierra
Así como mis ojos en los ojos
Que estoy sonañdo embelesada…

Pero
Ya está bajando el sol de los montes,
Las aves se acurrucan en sus nidos,
La tarde ha de morir y él está lejos…
Lejos como este sol que para nunca
Se marcha y me abandona, con las manos
Hundidas en las trenzas, con la boca
Húmeda y temblorosa, con el alma
Sutilizada, ardida en la esperanza
De este amor infinito que me vuelve
Dulce y hermosa…

30 comentarios para “Tres poemas de Alfonsina Storni

  1. No soy ducha en la tecnología, vengo de otra época, pero tuve la suerte de que alguien compartiera este sitio, no se quién lo haría, pero el haberlo encontrado ha suplido una necesidad de leer algo bello que me permitirá en el amanecer del día a día, alimentar mi espíritu.

  2. Como ya en fuga que en la ignota alba ante Suyo amparo aulle el resanamiento / y que la vulva envuelva y que un indiscreto Dios memorable en mimos los huries me favorezcan indirectos a Lo doncello / y doquier el doncel de los almendros por más silencios que los algodonales a la destas noches desatadas / tú me llenes de llagas porque el banquete adoquine de refajos la muerte y no quede nada de la poiesis.

  3. Los poemas de Alfonsina Storni, llegan al alma penetrando poco a poco y te hacen sentir cosas tan fuertes…, que tus ojos se humedecen con lágrimas de pena, que desbordan sentimientos vividos o añorados. Qué pena que sentimientos tan grandes desbordados, no cambiaran al mundo o aplacaran la necesidad de no seguir viviendo.

Deja una respuesta

Regístrate

O con tu correo

Inicia sesión

O con tu correo