Por Dulce María Loynaz
Por arriba del beso
que fué comida de gusanos
y de la rosa que se pudre,
cada mañana azul,en la caja del muerto.
Por arriba mil lunas de este hilo
de baba que en el suelo
dejó el molusco pálido;
por arriba del pan mezclado con ceniza,
de la mano crispada junto al hierro.
Siempre, amor… Más allá de toda fuga,
de toda hiel, de todo pensamiento;
más allá de los hombres
y de la distancia y del tiempo.
Siempre, amor:
En la hora en que el cuerpo
se libra de su sombra… Y en la hora
en que la sombra va chupando el cuerpo…
Siempre, amor… (¡Y estas dos palabras náufragas,
entre alma y piel clavadas contra el viento!)
El final del poema me dejó sin palabras. Entre alma y piel clavadas frente al viento.
Que es el amor finalmente?. Es nuestro verdadero ser con los otros? Es una energía del ser humano que viene desde muy dentro desde la conciencia y que se hace carne voz creación?