yakuza

 

Título: Yakuza
Autor: Francisco Ide Wolleter
Editorial: Ediciones Cinosargo, Chile 2014

 (POEMARIO) Yakuza nos habla de un personaje ficticio, un antiguo mafioso japonés y su odisea en las calles de Chile, Ide no revela, sino que construye. Desde mi punto de vista no sólo lo hace a partir de la historia de su apellido como deja entrever en su postfacio, sino que más importante, generará una forma alternativa de contarnos la construcción socio-cultural de símbolos pop de la marginalidad, extraños especímenes del anonimato y del silencio.

Por:

Fabián Burgos

¡Sorpresa! Han caído los grandes metarrelatos y hace un buen tiempo ya, la poesía ha venido haciéndole justicia a esta máxima del viejo Lyotard. Hablando desde las micropolíticas, de los pequeños espacios de enunciación apartados, olvidados, dejados al margen por la historia oficial, lo otro. Disidencia sexual, marginalidad, locura, etc. Son tópicos que se han vuelto recurrentes en las letras jóvenes chilenas, casi como si fuera símbolo de buena poesía, encontrar la experiencia más particular y menos dicha ¿pero qué ocurre cuándo entregamos esta búsqueda al delirio creativo? Emerge la poesía de Francisco Ide, que ya no se preocupa por hacer un trabajo archivístico/recopilatorio para poder rescatar lo más fehacientemente posible la experiencia que se desea mostrar, sino que genera una nueva especie, un nuevo habitante de la polis chilensis.

Yakuza nos habla de un personaje ficticio, un antiguo mafioso japonés y su odisea en las calles de Chile, Ide no revela, sino que construye. Desde mi punto de vista no sólo lo hace a partir de la historia de su apellido como deja entrever en su postfacio, sino que más importante, generará una forma alternativa de contarnos la construcción socio-cultural de símbolos pop de la marginalidad, extraños especímenes del anonimato y del silencio. Entre mediados de los 90s y mediados del 2 mil ¿quién no vio a un Yakuza decadente deambulando por las calles de su población, con su polera de samuráis y sus tatuajes diluyéndose? Un Yakuza a la chilena, macheteando, metido en la pastabase, imponiendo respeto a punta de choreza y con un pasada que ya ni él mismo recuerda. Es específicamente sobre este pasado a lo que apunta Ide, la construcción de una mitología de lo urbano, de una memoria para el anonimato de ciertos márgenes más provocativos a la imaginación que los tradicionales. Un ser ficticio que comienza instalando un ciber con tragamonedas y sushi y termina sin nunca poder escapar de la violencia, fumando pasta en la costanera, pidiendo monedas a la salida del supermercado o al lado del río esperando a una presa fácil, a la vuelta de mi casa o la de cualquiera.

Y justamente, esta poética potente, esta filiación precisa entre la mafia japonesa y la decadencia progresiva de nuestras periferias, un relato para estos sujetos híbridos que cada vez se hacen más frecuentes sobre todo en nuestra América, hacen que Yakuza sea un libro interesantísimo, el gesto del rescate creativo de las particularidades, de la construcción fantástica de los actores sociales olvidados, ya no el mero seguir dándole a la diferencia hasta el fragmento atómico e irreconciliable.

 

Selección de poemas:

 

Inmigrante

Abandoné la familia

por un ciber con tragamonedas

y sushi en el infierno

 

como un oso panda hipnotizado

en la ingesta interminable del bambú

mis dedos mutilados se consuelan

 

con mails que tecleo

y no te envío

y no te llegan.

 

 

 

 

 

Carne Tatuada

No había tabla

entonces

corté la carne asada

sobre papel

de diario

 

la tinta del diario

impregnó la carne

 

les ofrecí

yakuza

 

 

Instant Karma

Un poeta coreano dice que todo poema

es de amor y que

no pensar en la muerte es

no apreciar la vida.

Hay cosas por las que sería un goce y un honor, morir.

 

Tú eras un árbol delicado.

Era precioso ver la lluvia sobre tu pelo.

Las gotas rodar sobre tu frente.

Era la floración de la lluvia sobre tu rostro, Yasunara.

La sombra de la primavera frotándose sobre tu piel

como un felino.

 

Yo me condenaría feliz a la rueda del samsara

por ver tu rostro bajo la lluvia, Yasunara Satori

durante eones de tiempo

aunque sea en la forma de un insecto o

polvo de polen.

 

Quizás un día reencarne

en agua y tú, también, agua; coincidimos

nos mezclamos / partículas.

Algo nos bebe, calmamos esa sed.

O el sol, vapor (el sol nos bebe), lo que sea.

Una partícula.

Yasu mía

Satori mía.

 

 

 

 

 

 

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