Título: La vida de PI
Autor: Yann Martel
Editorial: Destino, 2001

Por:
Melissa Giorgio

Esperé mucho para verla en película y para mi mala suerte, no fue UNA AVENTURA EXTRAORDINARIA. Me topé con una copia muy mala en un cine de Caminos del Inca. Era tan oscura y estaba proyectada sobre un ecran al que le sobraba, por lo menos,  dos metros por lado. Me levanté de la butaca a exigir una explicación. ¡¿Cómo me va a decir que “la película es así”, si estoy viendo que le falta medio lado al cuerpo del protagonista cuando se encuentra a un lado del encuadre, ¡por Dios!

Ahora creo que todo esto fue para que, en un romántico desquite, me tope con la escencia de la historia: la novela. Días más tarde, en una librería, mi hijo la sumó a la pila de libros que yo cargaba hacia la caja. «¡Tienes que leerla, mamá!»  ̶ me dijo enseguida.

Vida de Pi, escrita en el 2001, es la cuarta entrega de Yann Martel.  Es una historia que dice más de lo que aparenta. Me cautivó desde el inicio y la leí tan rápido  que encallé en la “isla carnívora” ¿No se supone que es una novela realista? Hasta ese momento todo era absolutamente verosímil: el naufragio, la superviviencia de Pi, del tigre de bengala, los seis meses en altamar… todo. Todo, salvo esto; al punto que amenacé en abandonarla pero, llegado el momento, me abofeteó de tal manera que literalmente, me hizo “ver la luz”. Sus palabras navegaban entre ficción y realidad.

 ̶ ¿Por qué no podría ser verdad?
 ̶ ¡Porque escapa a los límites de MI experiencia!
 ̶ ¡Soberbia! ¡Tu “ver para creer” resulta ofensivo!
 ̶ Pues, ¿cómo llegar a la ordenada, coordenada, ángulo, grado, meridiano, paralelo y exacto tramo que compruebe SU verdad?


El viaje de este acérrimo y tenaz sobreviviente, de acaso la cincunstancia más terrible de su vida, nunca podrá ser comprobada en su absoluta extensión. Y sin embargo, pareciera que existe o, al menos, te deja pensando.


“estaba a punto de rendirme (…) No moriré. Me niego. Superaré esta pesadilla. Sobreviviré cueste lo que me cueste. Algunos se rinden con un suspiro de resignación (…) otros luchan un poco y luego pierden esperanzas. Otros, y me incluyo entre ellos, nunca se rinden. Luchamos y luchamos y luchamos. Luchamos no importa lo que cueste la batalla, las pérdidas la poca probabilidad de vencer. Luchamos hasta el final…”



Cuestión de fe. «Ver para creer» no es más que la anáfora que se maneja en el cotidiano y la frase en la que se redime el miedo de aquel que no puede explicar lo increíble con el entendimiento.

El valor de Pi es incalculable y eterno. Dentro de ese océano, hermosa analogía del universo, nos imprime la pregunta con la que Pi enfrenta su soledad: ¿Hay alguien?

El final del libro, es uno de los mejores cierres que he leído.

̶ ¿Cuántas versiones de tu verdad eres capaz de profesar?
 ̶ Pues tantas, como religiones encuentras en la vida real.


Vida de Pi es una historia que cualquier náufrago de la vida puede tomar como salvavidas. Reconforta y sacude la conciencia, porque dispara bengalas que desequilibran la razón y el corazón.

Melissa Giorgio

Peruana. Estudió Medios Audiovisuales en la Universidad de Lima. Ha participado como actriz en diversas producciones nacionales y actualmente se desempeña como promotora cultural en el Gran Teatro Nacional. Melissa tiene también un blog de reseñas llamado Pluma de Elefante y conserva una gran afición por la narrativa infantil y juvenil.

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