Título: La casa de la guerra
Autor: Miguel Ángel Bastenier
Editorial: Taurus, 2002
¿Puede alguien reseñar casi un siglo de combate en tan solo un libro? Quizá no. Sin embargo, Bastenier hace una aproximación bastante eficaz. En 256 páginas hace una revisión histórica sobre uno de los conflictos que pese al tiempo todavía se mantienen vigentes. Una guerra que parece no tener solución…al menos no inmediatamente.
Bastenier saca a relucir toda su experiencia. Con ello, no solo nos referimos a la de historiador sino también a su larga trayectoria como periodista en el diario El País de España. Más que un resumen, el autor nos brinda una radiografía parcial del conflicto entre Israel y Palestina.
¿Quién es culpable y quién no? la pregunta parece tan abierta como los puntos de vista que el lector pueda atribuirle al contenido del libro. Lo cierto, es que para Bastenier hay responsabilidad de ambos bandos. Señala que Palestina todavía le reclama a Israel la alta tasa de mortalidad perpetrada por las guerras posteriores a 1948 (fecha en la que se creó el Estado de Israel) y viceversa, de Israel hacia Palestina por los continuos ataques terroristas del Grupo Hamás.
Asimismo y más allá de bombardear con favoritismos hacia uno u otro bando, se resalta la capacidad analítica para revelarnos cuáles son los motivos que determinan la creación de un Estado Israelí. Entre ellos, se destaca el apoyo creciente en Europa luego de la Segunda Guerra Mundial y, sorpresivamente, el apoyo de Adolf Hitler mediante el «Acuerdo de Havara».
Bastenier afirma además que la creación de un estado israelí no hubiese sido posible de no haber ocurrido una “limpieza étnica” directa o indirectamente en Palestina.
“La remoción de pobladores árabes era fundamental porque solo así cabía edificar un Estado Judío (…) Es posible que Ben Gurión (primer ministro Israelí) no hubiera ordenado explícitamente una limpieza étnica, pero ignoraba que solo así podía alcanzar alguna homogenización demográfica del país”.(pg 78)
Esta «limpieza étnica», según dice, además de muertos generó una apropiación de negocios que los palestinos calificaron como «ilícita». Asimismo, las constantes disputas territoriales, los reclamos de índole religiosa y los intereses creados en torno a los estados que intervienen terminan siendo quienes, tiempo después, han mantenido el fuego de la guerra todavía encendido, sin que se pueda todavía llegarse a una solución.
Aunque con variantes y muchos capítulos añadidos tras su publicación en 2002, este libro es recomendable para todos aquellos que deseen informarse un poco más sobre la historia del conflicto.