Continuando con el Ciclo Colombiano de narrativa:

«Colombia es una obra en cinco actos
 que alguien trató de escribir en versos clásicos 
pero que resultó compuesta en prosa grosera, 
representada por actores de ademanes exagerados 
y pésima dirección…»

Historia Secreta de Costaguana



Por:

Gianfranco Hereña 


Juan Gabriel Vásquez nos impone un ritmo de narración interesante. Si bien la historia de José Altamirano se nos antoja como la de un «resentido», lo es aún más su relación con el novelista Joseph Conrad. Pero esta es solo una óptica personal. Bien podríamos darle varias lecturas al texto. Es una novela con matices interesantes de historia, política y conspiraciones. Toda ella es un sinfín de vaivenes emocionales. 

De arranque, el padre del narrador es presentado como un intelectual sedicioso. Los curas le persiguen por su afán de defender la experimentación médica con esclavos chinos que han fallecido en el trayecto a Colombia, que es todavía una república en formación. 

Mi padre no escucha una historia de tragedias personales, no ve al chino muerto como el obrero sin nombre y sin residencia conocida al cual es imposible dar una tumba. Lo ve como un mártir, y ve la historia del ferrocarril como una verdadera epopeya. El tren contra la selva, el hombre contra la naturaleza… El chino muerto es un emisario del futuro, una avanzada del Progreso.


Es en este transcurso que se desata la anarquía y el afán desmedido de ciertos grupos por tomar el poder. Se narra entonces cómo Miguel (personaje del que hablamos) huye y se afinca en una pequeña ciudad fundada por ingenieros franceses. El objetivo que tienen es el de construir el Canal de Panamá. El proyecto fracasa y pasa por varias manos, conspiraciones, dimes y diretes. Estados Unidos se aprovecha. Ve la posibilidad de entrar a tallar y toma posesión del proyecto.

El hijo de Miguel (el narrador) nace en esa ciudad. Es el producto de una relación entre él y una francesa. Es ahí donde hace su aparición Joseph Conrad. Él también ha sido testigo de ese tránsito que vive Colombia y quiere escribir una novela al respecto. Realiza una introspección y trata de recordar, pero su memoria no parece ser suficiente. 

Es entonces cuando el hijo de Altamirano le cuenta su vida al novelista y al hacerlo, cuenta también la historia de su padre que es también la historia colombiana, una historia de guerras y revoluciones que termina con un doloroso episodio: la independencia de Panamá.

Conrad me escuchó contar esta historia; y ahora, queridos lectores —lectores que me juzgarán, Lectores del Jurado—, es su turno. Pues el éxito de mi relato se basa en este presupuesto: todo lo que supo Conrad habrán de saberlo ustedes. (Pero hay otra persona… Eloísa, también tú habrás de conocer estas memorias, estas confesiones. También tú habrás de emitir, cuando sea oportuno, tu propia absolución o tu propia condena.)


No hay que ser muy instruido para darnos cuenta de que Costaguana no figura en el mapa.  Pero por el nombre y las descripciones, todos sabemos que está dentro de América Latina. 

El «robo» de Conrad, visto desde este punto, es solo la añadidura de un sinfín de crímenes que, mal o bien, hacen de «Historia secreta de Costaguana» una novela para tener en cuenta.

Título: Historia secreta de Costaguana
Editorial: Punto de lectura, 2007
Autor: Juan Gabriel Vásquez (Colombia)

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