Por:
Redacción Buen Librero
Cuando la lectura se hace parte de nuestra rutina, se va convirtiendo también en un ejercicio de acumulación y esto genera más de un dolor de cabeza por tenerlos regados, quizás sufriendo algún daño o siendo utilizados para otra cosa que no sea leerlos.
Pero, ¿cómo darle forma a esa pequeña pero fructífera biblioteca que has ido formando? Puede sonar difícil, pero esto te ayudará a darle el valor que se merecen:
- Escoger un lugar de la casa. Sí, ya sabemos que este primer paso puede sonar muy bobo pero es esencial, ya que el lugar donde vayas a ponerla debe ser estratégico. Puedes utilizar estantes de madera y si el presupuesto no alcanza, de mdf, que es un material que tiene cierto tiempo de vida útil. También puedes ponerlos pega dos a un pared, pero debes colocarle en la base un plástico o cartón resistente para evitar que se dañen.
- Si tienes muchos, puedes distribuirlos según el género:
- Libros para niños: desde pequeños hazles tener su propia biblioteca.
- Libros de literatura y cultural en general: en la sala de la casa se ven muy bien. Aparte, es un lugar de fácil acceso, piensa: tú, el sofá, una taza de café, nada mal, ¿eh?
- Libros de estudio: cerca del área de la computadora. Pueden servir como fuentes de consulta académica.
- Lo que estamos leyendo: en la mesita de noche, en el carro, en la cartera, en la mochila o morral y se puede hacer un mini estante en el cuarto para tenerlo a la mano.
- Una vez que los hayas divido por área puedes organizarlos por tema, autor, género, color, editorial u orden alfabético. Los anagramas, por ejemplo, le darían bastante vida a nuestro librero si se ordenan correctamente.
- Otros aspectos que debes tener en cuenta en el momento que escojas donde poner tus libros, es que no deben recibir excesiva luz solar porque se destiñen y mal, debes limpiarlos del polvo mensualmente y así puedes aprovechar de cambiarlos de orden. Protégelos de la humedad excesiva y evita olores penetrantes cerca de donde estén.
- Una vez que ya los tengas ubicados puedes hacer una lista en Word o Excel para saber cuántos tienes, ubicación y autor (opcional, porque es un tedio horrible) ; y así tener un control para futuras compras. También le puedes agregar una columna de “leído y prestado” para que no se pase ningún detalle.
Organizar tu biblioteca personal y familiar es una actividad divertida que puede convertirse en un momento para también hacer un inventario de lo que tienes y lo que puedes ir dejando ir. Ya lo decía Borges: Ordenar libros es también una discreta forma de hacer crítica literaria. Sin embargo, lo más importante es que puede volver a disfrutar de tener un libro en mano, su olor, la historia de cómo te llegó, su primera lectura y el placer de leer o releerlo.