Título: Llamadas telefónicas
Autor: Roberto Bolaño
Editorial: Anagrama, 1997

 

Por:

Gianfranco Hereña

«La forma en que se desarrolló mi amistad con Sensini sin duda se sale de lo corriente. En aquella época yo tenía veintitantos años y era más pobre que una rata».

Bajo este inicio arranca «Sensini», el primero de los catorce cuentos que componen las tres secciones de «Llamadas telefónicas». (Puedes leer el cuento completo aquí)

Este cuento encarna el espíritu vivo del migrante. Eran tiempos donde España era la «Meca» literaria por excelencia. El protagonista busca hacerse de un nombre dentro de ese contexto y ahí se topa con Luis Alberto Sensini,  un autor que alguna vez admiró y ahora permanece en la más absoluta misera. Sensini se ha convertido en asiduo participante de concursos literarios de provincia y lo hace con los relatos de siempre, solo que les cambia el nombre para que parezcan inéditos. Al descubrir esto, el narrador pide en la central del concurso la dirección del escritor y es así que ambos entablan una gran amistad.

Tiempo después, el mismo Roberto Bolaño confesaría que esto realmente ocurrió y que fue una experiencia que lo marcó de por vida. Según dijo, le asustó ver que un autor «reconocido» terminara así.  En este documental sobre Bolaño (El último maldito)  podemos conocer un poco más acerca de su vida en España y de los tropiezos que sufrió. Citamos un fragmento de lo que dice la cinta.

“Rechazo de Anagrama, Grijalbo, Planeta. Con toda seguridad también de Alfaguara, Mondadori, Seix Barral, Destino. Todas las editoriales, todos los editores… Escribiendo con mi hijo en las rodillas, escribiendo hasta que cae la noche con un estruendo de los mil demonios. Los demonios que han de llevarme al infierno. Pero escribiendo”.

En «Llamadas telefónicas» cada relato tiene vida propia. Reunidos, no me atrevería a decir que son todos del mismo nivel, más si encarnan un espíritu en común: la «nostalgia». Todos o casi la mayoría de ellos hablan acerca del pasado, de tiempos donde todo era mejor o peor y es ahí donde Bolaño aprovecha bien su prosa.

Para ser mi primera experiencia con este autor, debo decir que me resulto bastante amigable. He podido hallar cuentos entrañables como este de «Sensini» (citado líneas más arriba) y otros como “El gusano” , en el que narra el encuentro entre un joven futuro escritor, devorador de libros, con un viejo que veía todos los días sentado en un banco de la Alameda. 

Aquí un fragmento de ese relato:

«Supongo que terminamos acostumbrándonos el uno al otro. Yo llegaba a las ocho y media de la  mañana y él ya estaba allí, sentado en un banco, sin hacer nada más que fumar y tener los ojos abiertos. Nunca lo vi con un periódico, con una torta, con una cerveza, con un libro. Nunca lo vi hablar con nadie. En una ocasión, mientras lo miraba desde los estantes de literatura francesa, pensé que dormía en la Alameda, sobre un banco o en los portales de alguna de las calles próximas, pero luego conjeturé que iba demasiado limpio para dormir en la calle y que seguramente se alojaba en alguna pensión cercana. Era, constaté, un animal de costumbres, igual que yo». 

De manera un tanto surreal pero entrañable, se desarrolla luego una relación entre el narrador y el implicado. Abrumado por la curiosidad que le despierta este personaje, ambos empiezan a entablar conversaciones hasta que finalmente queda el aroma nostálgico de siempre. No voy a entrar en detalles, hay un giro que deben descubrir por ustedes mismos.

El tercer grupo de relatos tiene un tono más complejo y unilateral. Podría decirse que se tratan de textos casi biográficos. Creo que he ahí lo bueno de «Llamadas telefónicas». Uno puede llegar a conocer y familiarizarse bien con el autor. De ahí, que esta premisa se cumpla para entender el resto de su obra, depende única y exclusivamente de los lectores.

Para leer el libro completo, pueden visitar este link: (Llamadas telefónicas)

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